Alumnos de una escuela popular de percusión compartían un encuentro cuando la Policía irrumpió para ponerle fin al asado. Le habrían tirado matafuego a la carne y la pusieron en una bolsa, aseguran.
Hay mucho malestar en la escuela popular de percusión La Chilinga, del barrio Saavedra en Buenos Aires.
El enojo yace en que cuando se encontraban compartiendo un asado de celebración, irrumpió la Policía para ponerle fin a la reunión de forma abrupta.
“Como casi todas las noches hay grupos que ensayan y en esta ocasión prendimos la parrilla para festejar algunos acontecimientos. Lejos de hacer lio, estábamos muy tranquilos esperando que se haga la comida que estaba en la parrilla cuando 4 agentes de la policía de la ciudad se acercan de muy mala manera para decirnos que hubo una queja de un vecino/a por el humo y que debíamos terminar con la actividad”, comenzaron diciendo en su descargo.
El escrito continúa diciendo que se mostraron “muy bien predispuestos” y ofrecían alternativas para poder seguir con el asado sin molestar a nadie, “a lo que la policía se niega y contesta si no podíamos hacerlo adentro, para no molestar”.
“No sólo lo que nos proponían era ilegal sino que SUMAMENTE PELIGROSO!”, sigue el relato en las redes sociales”, enfatizaron.
“Al decidir no realizar el asado adentro para evitar accidentes, procedemos a correr la parrilla a un lugar donde el humo no llegue a más vecinos, con intenciones de no molestar a nadie y poder seguir con lo que estábamos haciendo. Siguieron sumándose efectivos de la policía y no se retiraban del lugar, sacándonos fotos, filmándonos y pidiéndonos los datos (que nunca explicaban para que los querían)”, añaden.
En ese momento “proceden a SECUESTRAR LA PARRILLA CON LA COMIDA! De manera más violenta y sin presentar ninguna orden. Todos/as sabemos lo que cuesta hoy en día todo y que acceder a la comida de calidad está cada vez más difícil y a estos agentes no solo no les importo dejar sin comida a más de 30 personas sino que dejo sin un elemento fundamental a un comedor donde todos los días se alimenta mucha gente”, continúa el posteo.
“A la comida le tiraron con un matafuego y la pusieron en una bolsa, jamás tuvieron intención de devolverla o buena predisposición para solucionar el problema, generando aún más disturbios que el encuentro que llevábamos a cabo”, se quejaron.
