Un equipo de 14 paleontólogos finalizó la «Expedición Cretácica I» con descubrimientos revolucionarios en un yacimiento ubicado a 70 kilómetros al sur de General Roca, en la provincia de Río Negro. La campaña, que exploró estratos de unos 70 millones de años de antigüedad, fue liderada por Federico Agnolín, paleontólogo e investigador del Conicet.
La expedición se centró en los alrededores del Salitral Ojo de Agua, un lugar árido pero reconocido por su riqueza fósil. Esta zona es reconocida por la riqueza de fósiles que se encuentran allí: desde varios tipos de dinosaurios hasta pequeñas lagartijas, mamíferos, serpientes y otras especies que convivieron con esos enormes reptiles. “Esto lo convierte en la ventana más completa del continente para poder entender lo que sucedió con el mundo de los dinosaurios antes de su extinción”, subraya un artículo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.

En comunicación con National Geographic, Agnolín calificó el progreso de la campaña como un «éxito tremendo». Entre los hallazgos más importantes, el equipo encontró restos de dinosaurios carnívoros y, de particular relevancia, restos y dientes de mamíferos, considerados difíciles de encontrar y valiosos por la información que ofrecen sobre especies escasas en el registro fósil.
Sin embargo, el descubrimiento más llamativo fue el de un nido de un dinosaurio carnívoro con sus huevos en posición, un hallazgo difícil de conseguir y que presentaba una «preservación excepcional», según señaló el paleontólogo.
Además de los importantes avances científicos, uno de los objetivos de los investigadores fue buscar los restos faltantes de Bonapartenykus ultimus, un dinosaurio hallado en el lugar en 2024. Inspirados en una expedición submarina del Conicet, los paleontólogos sumaron equipamiento técnico para transmitir en tiempo real sus trabajos de campo, mostrando en un curioso contraste la tecnología de vanguardia aplicada a la exploración del pasado profundo de la Tierra.
De esta manera, la expedición no solo sumó valiosos conocimientos sobre la fauna prehistórica, sino que también sentó un precedente en la forma de comunicar la ciencia, demostrando que es posible conectar al público en tiempo real con la emoción de un descubrimiento paleontológico.
