Durante el sábado y domingo a la madrugada, se llevó a cabo un operativo de control de alcoholemia, en el camino Roque González y en las calles Pellegrini y Rivadavia. En la ocasión, el primer día el índice de alcoholemia positiva fue nulo, sin embargo, durante la mañana siguiente, se secuestraron 4 vehículos y hubo un hecho de agresión física a un inspector de tránsito.
El subsecretario de Control Operativo, Ricardo Murcia, especificó que las inspecciones programadas se efectuaron con el personal de la guardia de Tránsito, dependiente de la Secretaría de Seguridad, junto a la Policía.
Sobre el operativo nocturno, Murcia informó que el día sábado se controlaron alrededor de 104 vehículos, se labraron actas por infracciones de tránsito y no se registraron casos de alcoholemia.
En este marco, hizo referencia al tema alcoholemia, al resaltar que “es muy positivo que no se haya registrado ningún caso ese día, ya que indica que la gente está tomando conciencia de no beber a la hora de manejar”.
En tanto, el domingo se inspeccionaron más de 100 automóviles, de los cuales 4 quedaron detenidos en el corralón municipal por alcoholemia y otras 4 personas, a quienes les dio positivo el control, continuaron su marcha al presentar conductores designados.
Además, el subsecretario señaló que tuvieron un hecho de violencia contra un inspector de tránsito, “el conductor le propinó un golpe de puño tras resistirse al test de alcoholemia, intervino la policía y su vehículo quedó secuestrado, por ello se labró el acta por presunción de alcoholemia, maniobra peligrosa y agresión física”, detalló Murcia.
En este sentido, el responsable de la cartera de control operativo local, reflexionó sobre la violencia de los conductores y pidió que “entiendan que estamos trabajando para la seguridad de todos” y recordó que “la agresión es una falta muy grave como la de alcoholemia, son multas considerablemente caras”.
