El ‘Tomba’ logró una gran victoria frente a Quilmes: le ganó 2 a 0, controló el juego desde el inicio y no fue una diferencia mayor porque, con dos jugadores más, decidió dejar correr los minutos. Giunta se vuelve de Mendoza más que preocupado.
Si cuando estaban 11 contra 11 Godoy Cruz le hizo padecer a Quilmes su estadía en Mendoza, cuando los de Blas Giunta se quedaron con nueve el partido ya estaba acabado. Una hazaña utópica necesitaba el Cervecero para poder remontar el 2 a 0 que debió ser más abultado para los mendocinos (y no lo fue por Peratta y porque los de Jorge Almirón bajaron las revoluciones). Sin embargo, lo importante no fue por cuánto, sino que los tres puntos tan necesitados que se quedaron en casa…
De entrada fue el Tomba el dueño del encuentro. Se plantó en el campo rival, tomó la pelota y empezó a cascotear a Peratta. Quilmes patinaba (y no sólo por la constante lluvia) y rifaba la bocha en vez de intentar jugar. Un descuido y Castellani le rompió el arco a Quilmes. Seis minutos después, fue el turno del bombazo de Aquino. Lejos de reaccionar, la visita quedó mareada.
Giunta, muy molesto por el primer tiempo de su equipo, salió a disputar la segunda parte con tres cambios. Pero no era su noche: Leyes se lesionó y tuvo que dejar la cancha y el árbitro expulsó (doble amarilla) a Zacaría. Godoy Cruz, piadoso y con la calma del 2 a 0, durmió el partido y dejó que corrieran los minutos.
De esta forma, Almirón consiguió su primer triunfo como entrenador de Godoy Cruz, el Tomba sumó una victoria que le da aire en los promedios y… Y Quilmes tiene mucho por qué preocuparse: sigue sin sumar (acumuló su segunda derrota) y no mostró indicio de rehabilitarse del escaso juego.
