Nadia es de Comodoro, recientemente perdió a su hermana, quien vivía en La Plata. El caso sigue bajo investigación, y aunque inicialmente se consideró un suicidio, la familia de la víctima rechaza esta versión.
El 14 de febrero, Gisela Villagrán, de 18 años, fue encontrada muerta en La Plata con un disparo en la cabeza. Había ido a la casa de su exnovio, un hombre 18 años mayor que ella y efectivo de la Policía Federal. La familia pide que se investigue el caso como un posible femicidio y acusa directamente al exnovio.
Todos los escenarios están abiertos. El policía está vinculado a la causa como testigo por ahora. La familia sostiene que Gisela era víctima de manipulación y control por parte del oficial, quien le insistía en que regresara a la relación amenazando con matarse si no lo hacía.
“Gisela era una chica amable y aniñada. Siempre con sus preguntas elocuentes, alegre y tranquila. Era muy empática. Le gustaba ayudar a las personas. Ponía los problemas de los demás, por sobre sus preocupaciones. Todo el que la conocía puede hablar de su brillo como persona. Ella dejaba una huella” explicó su hermana Nadia.
El 14 de febrero, Gisela recibió un mensaje en su celular y salió rápidamente, diciendo que iba a ver a un amigo. Sin embargo, sabía que si mencionaba que iba a ver a Quispe, sus hermanas no la dejarían ir. En el pasado, Quispe había insistido en que fueran novios hasta que Gisela, por lástima, cedió.
La relación entre Gisela y Quispe comenzó cuando ella fue contratada como niñera de sus hijos. En ese contexto, Quispe aprovechó su posición para insistir en que Gisela se convirtiera en su pareja, a pesar de su inicial negativa. Con el tiempo, su comportamiento se volvió cada vez más controlador y manipulador.
En una ocasión, el hombre se enteró de que Gisela estaba en un almuerzo familiar en la Isla Santiago (Berisso) y fue a buscarla. A pesar de que ella lo rechazó, él se arrodilló y le pidió matrimonio, lo cual ella rechazó nuevamente.
Aunque Gisela había dejado de ver a Quispe desde hacía tiempo y familiares y amigos intentaban protegerla de su manipulación, ella seguía sintiendo lástima por él. Finalmente, Gisela confirmó que ya no estaba con él.
El 14 de febrero, antes de irse, le envió un mensaje a su hermana Matilde diciendo: «Voy a ver a un amigo, ya vuelvo». Sin embargo, más tarde le envió otro mensaje que decía: «Por las dudas, la contraseña de mi celular es… (la vida es bella)». Cuando Matilde no comprendió y respondió con un «❓», Gisela aclaró: «Estoy con Quispe, yo».
Testimonios y Evidencia
El fatídico día Gisela fue encontrada muerta en La Plata con un disparo en la cabeza en la casa de Quise. El hombre afirmó que todo estaba bien con ella antes de que saliera a comprar y que al regresar encontró el cuerpo.
Sin embargo, testigos informaron haber escuchado gritos y un golpe fuerte antes del disparo. Además, Quispe no llamó a la policía y se lo vio arrodillado frente a Gisela, gritando «¿Por qué lo hiciste? No debí haberme ido. Sabía que iba a pasar».
Gisela no conocía cómo cargar ni destrabar un arma. Además, en la escena del crimen se encontraron balas desparramadas por la casa, incluyendo una dentro del inodoro, lo cual Quispe dijo desconocer. Y Gisela era diestra, pero el arma se encontró bajo su pierna izquierda.
Vecinos relataron la forma en que Gisela se comportaba cuando estaba con Quispe, mostrándose callada y sumisa, en contraste con su personalidad amable y alegre cuando estaba con los hijos.
La familia de Gisela recibió un adelanto de las pericias gracias al Dr. Juan Cruz Diez, abogado particular que están considerando contratar. Sin embargo, aún no se han iniciado las pericias del celular. Mientras tanto, Quispe sigue libre en calidad de testigo.
Necesitan reunir la suma de $4500 dólares para cubrir los gastos judiciales. La colecta se realiza a nombre de Irene Maite Villagrán, bajo el alias justiciaporgi
La familia de Gisela estará presente en la tercera marcha en demanda de justicia en La Plata, que se llevará a cabo en el marco de las movilizaciones del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
