Tras caer en la final de La Liga y luego de una brillante temporada, el plantel de Gimnasia Indalo podrá despedirse de su gente antes de salir de vacaciones. La convocatoria es mañana a las 20:30 hs en el Socios Fundadores. La entrada es libre y gratuita con la entrega voluntaria de un alimento no perecedero. Los hinchas “mens sana” podrán volver a aplaudir al equipo luego de haber sido reivindicados hasta en medios nacionales por su conducta frente a los festejos de Quimsa.
Con la tristeza a flor de piel, al finalizar el partido los jugadores no pudieron regalarle a la hinchada el merecido saludo y viceversa. Hubo un campeón, fue Quimsa y Gimnasia se quedó con el sabor agridulce de haber quedado a un pasito del 7mo partido pero con la tranquilidad de haber hecho una temporada tan magnífica como impensada para muchos.
Un equipo, una ciudad
“Un equipo, una ciudad” fue el slogan que marcó la identidad de Comodoro Rivadavia con Gimnasia Indalo durante toda la temporada. La conexión con la hinchada que lograron estos jugadores no se veía desde hace mucho tiempo. Había algo más que jugadores talentosos. La gente valoró la entrega, la garra, el carisma y la capacidad para resolver situaciones adversas.
Ante la consagración de Quimsa, los jugadores llorando en la mitad de la cancha sólo podían abrazarse entre ellos. Pero hubo varios momentos para destacar, para reflexionar e imitar, en el Socios Fundadores. Samuel Clancy, fue el primero en salir hacia los vestuarios ante el sonido final de la chicharra. Abatido y con lágrimas en los ojos, se sacó la camiseta y la arrojó hacia la tribuna popular que tantas veces coreó su nombre. El norteamericano es ya un ídolo.
El resto del plantel, tuvo la hidalguía y entereza para moderse los labios y abrazarse con sus pares, aquellos jugadores que les acababan de arrebatar la ilusión pero que estaban solos, en el medio del Socios Fundadores festejando lo que todos querían y ellos merecían. Otra muestra de valores que fomenta un deporte como el básquet.
Pero hay más. Lo más importante quizás. El respeto de las 2.500 personas que colmaron el Socios Fundadores a la espera de que su equipo empate la serie y pese a la desazón terminaron de pie, aplaudiendo con respeto y reconocimiento a los santiagueños. Eso que debería ser natural, es algo extraño de observar en un contexto deportivo competitivo cada vez más violento. El básquet lo hace posible y Comodoro fue destacada en medios locales, regionales y nacionales por esta actitud.
Incluso muchos niños aprovecharon para sacarse una foto con el indiscutido MVP de las finales, Robert Battle. La rivalidad sólo tiene las medidas de una cancha de básquet y durante cuarenta minutos de juego.
Por último, el gran Mario Maldonado, histórico referente del Club, no dudó en guardarse la tristeza, agarrar una tijera y ofrecérsela a Diego García. El escolta de la “Fusión”, lo miró desconcertado, pues no podía entender desde una primera impresión que un local le permitiera en sus manos cortar la red del aro, un culto tradicional del campeón en este deporte. Ya no era la red de Gimnasia, la red la merecía el mejor.
La merecida despedida
Por todas esas cosas, por esta gran temporada construida de menor a mayor, porque el equipo se merece el plauso y la gente se merece aplaudir y aplaudirse. Por eso este viernes tendrán todos, la oportunidad de concurrir al Socios Fundadores a las 20:30 hs.
Además de las palabras de cada jugador, habrá sorteos y espacio para las fotos y los autógrafos. Y no puede faltar la estrella del momento, la mejor mascota de La Liga: Charito.
La entrada será libre y gratuita, con una invitación especial para llevar alimentos no perecederos que luego serán donados a un comedor de la ciudad.
