El Lobo se come a los grandes. Luego de eliminar a Racing, también despachó al Cuervo y ahora va por River en semis. Fue empate 2-2 en los 90 y triunfo 4-2 en una tanda de penales donde Arias le atajó a Angeleri y Cauteruccio la mandó a la tribuna. Feroz el equipo de Alfaro.
Este Gimnasia es cosa seria y le tomó el gustito a los pesos pesados del fútbol argentino. Venía de tachar a Racing en octavos, repitió contra San Lorenzo en cuartos y se metió entre los cuatro mejores, donde se las verá con otro grande como River. El Lobo lo ganaba 2-0, pero el Ciclón metió una gran reacción para empatárselo en el tiempo regular. Ya en los penales, Arias se lo detuvo a Angeleri y Cauteruccio la mandó a la tribuna para que sea victoria 4-2 para el elenco de La Plata, que no se achica y se anima a soñar con la próxima Libertadores.
En un partido que tuvo de todo en Salta, el Lobo golpeó de entrada. Belluschi la perdió en la salida y San Lorenzo quedó desbalanceado: llegaron tres de Gimnasia para empujarla e Ibáñez no desperdició la oportunidad. Acusó el golpe el equipo de Aguirre, que tardo en reaccionar, y mientras los de Alfaro tuvieron varias para ampliar la cuenta, con buenas contras mal definidas.
Parecía que finalmente lo hacía en el arranque del complemento, porque otra vez pegó temprano con Carrera, pero ahí sí se despertó el Ciclón, que tras los cambios de Aguirre lo empató en una ráfaga, a través de Blanco y Paulo Silva. Encima, Gimnasia se quedó con uno menos por la expulsión de Coronel, pero en su peor momento logró hacer pie y se aferró a la igualdad.
En la tanda de penales, Gimnasia no falló en ninguna de sus cuatro ejecuciones (la de Carrera, llena de suspenso) y lo dejó a San Lorenzo sin el sueño de la triple corona (juega semis de Sudamericana). El Lobo levanta la vista, lo ve a River y piensa en comerse otro grande.
