Ganó Lanús y San Lorenzo se complicó

Por Copa Libertadores, el Ciclón lo tenía en el bolsillo con el gol de Blandi de cabeza, pero un penal polémico de Más, cobrado por el árbitro paraguayo en el final, le permitió al equipo…

viernes 28/03/2014 - 8:00
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Por Copa Libertadores, el Ciclón lo tenía en el bolsillo con el gol de Blandi de cabeza, pero un penal polémico de Más, cobrado por el árbitro paraguayo en el final, le permitió al equipo ecuatoriano Independiente del Valle llegar al 1-1. Ahora, quedó muy comprometido y no depende de sí mismo para meterse en octavos.

San Lorenzo se encontraba dando un paso importante en sus aspiraciones de Copa. Es que hasta un minuto antes del pitazo final, estaba logrando un valioso triunfo de visitante en Ecuador, en los 2.850 metros de altura de Quito. Pero por un penal, se quedó con apenas un punto ante Independiente del Valle. Y casi con las manos vacías, teniendo en cuenta sus necesidades. Ahora, muy complicado, no depende de sí mismo para entrar a los octavos de final de la Libertadores. Ay y, encima, llegó a los seis partidos sin ganar, tomando este certamen y el local.

Los ecuatorianos se adueñaron del balón desde el arranque, aunque sin ser profundos. Apenas un par de remates de larga distancia, desviados o bien controlados por Torrico. Bien parado el Ciclón atrás, sin sufrir zozobras. Aunque poquito con la pelota a la hora de atacar. Es que no estuvo preciso en esa faceta: los delanteros quedaron muy aislados por momentos. Correcto por un lado y en deuda en el otro.

 en el segundo tiempo, San Lorenzo no desesperó. Siguió calmo, tratando de encontrar alguna distracción del rival. De contra, claramente ante un Independiente del Valle más jugado. Correa se la había perdido a los diez minutos ante una tapada del arquero Ascona. Justamente, éste sería protagonista en lo siguiente: error en la salida de un córner y Nico Blandi lo aprovechó para estampar de cabeza el 1-0. Festejo con altura. Hasta ahí, fundamental. Sin embargo, no sería decisivo.

¿Qué pasó después? Los de Boedo tomaron una actitud aún más defensiva, buscando conservar el resultado. Pudieron haberlo liquidado con la pelota de Piatti que dio en el palo. No fue así y se terminarían lamentando, porque cuando todo se consumaba y el tibio rival intentaba un acercamiento, Más le hizo foul a Guerrero en el área chica y el árbitro Carlos Amarilla decretó penal, canjeado en gol por Sornoza.

Decretado el empate, los jugadores de San Lorenzo se le fueron al humo al juez y hasta se trenzaron con la policía local. Clima de calentura, sin dudas. Porque entendían que no había sido foul y, en el interior, porque eran conscientes de que se les estaba escapando la clasificación.

Ahora, a esperar lo que suceda con Botagofo y Unión Española el próximo 2 de abril y, una semana más tarde, los cruces de la última fecha. Los de Bauza recibirán a los brasileños en el Nuevo Gasómetro. ¿Podrán concretar el milagro?

Triunfo y punta para el Grana

Lanús, que había arrancado la noche como último del Grupo 3, le ganó al equipo paraguayo y se trepó a la punta de la zona. Bajo una lluvia torrencial, los de Guillermo se impusieron con un tremendo remate de Araujo y un cabezazo de Benítez. El sueño de la clasificación a octavos está vivo.

De último a primero, la parábola que dio Lanús este jueves fue como una lluvia de optimismo. Es que el equipo de Guillermo le ganó a Cerro Porteño por 2-0 y quedó arriba en el Grupo 3, con siete puntos, igual que los paraguayos pero con mejor diferencia de gol. Araujo y Benítez fueron los autores de los dos gritos de la noche. Ahora, a Lanús le alcanza un empate ante O’Higgins, en Chile, para meterse en los octavos de final de la Copa.

El camino del Granate en esta Libertadores parece sembrado de dificultades, de partidos rebuscados, de rivales con hambre de octavos de final. Así, debe multiplicar sus esfuerzos para salir bien parado. Lo hizo ante Cerro. El plan de juego era similar al del último choque con Deportivo Cali: asfixiar desde el inicio, presionar, golpear rápido y manejar el partido a partir de la diferencia. Pero el guión no se dio de ese modo, un poco por falta de frescura propia y otro por la resistencia paraguaya.

Lanús recién logró sorprender a los 15, cuando Benítez dejó mano a mano a Pereyra Díaz. Pero el ex Ferro definió al cuerpo, impreciso, como en casi todos los desbordes que ensayó por la derecha. El recurso que encontró Lanús para desnivelar fue el de la pelota parada. Izquierdoz y Silva ganaron de cabeza. El Marciano Ortiz intentó una buena chilena.

Lanús no se podía descuidar, porque Corujo lo complicaba a Velázquez y porque los mellizos Romero amenazaban en cada intento al fondo de los Barros Schelotto. A uno de los hermanos -Angel- le anularon un gol en el final del primer tiempo por un offside que no existió. Alonso había tenido otra clarísima en el arranque.

La lluvia cambió el escenario en el segundo tiempo. El agua aceleró el juego y se empezaron a ver muchos más espacios. Lanús de a poco fue metiendo a su rival en el área. ¿Cómo abrir el resultado? Con un remate. Probó Araujo mediante un tremendo derechazo, la pelota se desvió y gol. Lanús siguió yendo. En el final, Benítez cabeceó el 2-0.

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