En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, explicó: “Y bueno, un poco lo contamos en las redes, con esta publicación que se re viralizó, que era la idea. Bueno, fuimos estafados, no hay otra explicación”.
Consultada sobre la situación, señaló: “Nosotros contratamos la fabricación del mobiliario, de esta parte que es la parte del bodegón. Mesas, sillas, todas las divisiones de hierro, porque esto va todo con biombos, de herrería, barras, banquetas, todo lo que es el mostrador, el frente de la barra”.
“El proyecto comenzó a partir de marzo, abril, que alquilamos el lugar. Había que hacerle mucha refacción, era un local enorme y que tenía mucho desgaste por el tiempo que no estuvo alquilado, así que teníamos que hacer una obra bastante importante”, indicó.
Sin embargo, comentó que lo acordado nunca llegó: “Este señor nos dice que va a tener listo todo el amueblamiento el 15 de octubre, más tardar el 20. Entonces nosotros lo que era obra construcción, ventanas, pisos, lo teníamos que tener los primeros días de octubre para que él pudiera venir y ensamblar. Bueno, eso no ocurrió”.
Para cumplir con el compromiso asumido con la fábrica, el equipo incluso aceleró sus propios tiempos:
“Nosotros con la obra también nos demoramos, metimos gente a trabajar de noche para poder llegar a los tiempos de esta persona y bueno, nunca entregó nada”.
A medida que se acercaba la fecha, las señales de alerta se multiplicaron: “Cuando se estaba llegando la fecha de 15 de octubre empezamos a decirle ‘mandame una foto a ver qué hiciste’, evasivas… así que nada, nos dimos cuenta que algo estaba pasando”.
Ante la incertidumbre, amigos de la familia radicados en Buenos Aires se acercaron a la fábrica, ubicada en Lomas del Mirador.
“Nosotros visitamos la fábrica, o sea, no es algo fantasma… así que nunca pensamos que podía llegar a ocurrir esto”, sostuvo.
La situación tomó estado público gracias a una publicación en redes sociales realizada por el equipo de CEIDA que rápidamente se viralizó. “Y se comunicó, obviamente, hoy a las 8 de la mañana. Después de un mes”, relató.
Hiayes detalló que incluso se habían presentado en la fábrica: “Estuvimos en la fábrica el lunes, fuimos el martes. Y no, cerrado, nadie nos abrió. El tipo nunca más nos contestó el teléfono… o sea, nos dimos por estafados”.
En este sentido, lamentó el impacto humano y económico que esta situación genera: “Lo doloroso es que jueguen con los sueños de todo un equipo… gente que renunció a otros trabajos para poder ser parte de CEIDA, gente que tenemos que contener económicamente, proveedores, el Banco del Chubut que es nuestro gran aliado… desesperanza«.
Tras la viralización, el proveedor finalmente respondió: “Ahora el tipo nos contestó que el jueves nos trae, que el viernes… No, ya está flaco, ya no quiero tus muebles, devolveme la plata”, sostuvo. Hiayes confirmó que habían abonado la mitad del proyecto.
Aun con la falta del mobiliario principal, CEIDA decidió continuar adelante y abrir sus puertas. “Nosotros terminamos lo que no estaba incluido en lo que nos tenía que hacer el amoblamiento… el patio que quedó divino. El jueves hicimos como una inauguración, un evento para que la gente pueda empezar a conocer nuestra carta. Pero no podemos trabajar solo en un patio”, expresó.
Y agregó: “Vamos a abrir como estamos, vamos a trabajar con la gente local, ya tenemos presupuesto de algunos carpinteros y a medida que vayamos terminando sectores los vamos a ir acondicionando. No vamos a bajar los brazos”.
Sobre las dificultades de emprender en el contexto económico actual, Hiayes fue sincera:
“Está todo re difícil, todo es muy costoso. Nosotros no somos personas adineradas, tenemos todas nuestras cosas hipotecadas… por eso te digo que el Banco del Chubut nos dio una mano tremenda”.
Finalmente, sostuvo: “Tenemos el apoyo de muchísima gente, somos buenas personas. Entonces, ya está, no pasa nada, te sentás en una mesa de Coca-Cola vos, y allá se me sienta en una mesa de Quilmes y allá en una mesa de Frigo. Lo importante es que puedan venir a disfrutar lo que estamos haciendo. Onda no va a faltar”.
