Los agentes irrumpieron en el domicilio del ex presidente en el marco de una investigación sobre la financiación de su campaña electoral. Está acusado de haber recibido dinero de la heredera del grupo de cosméticos L’Oréal.
El episodio de registro policial en el hogar del ex presidente y la oficina de sus abogado llega un mes y después de su salida del Elíseo, lo que convierte al ex hombre fuerte de Europa en un ciudadano común desprovisto de la inmunidad ligada a su cargo.
El ex presidente puede seguir los pasos de su antecesor en el cargo, Jacques Chirac, el primer jefe de Estado convocado por la Justicia y, posteriormente, condenado por un caso de corrupción tras abandonar el Elíseo.
Como Chirac, Sarkozy se benefició de la inmunidad que otorga el puesto de jefe de Estado, lo que retrasó algunas de las pesquisas judiciales en su contra, un estatus que Francois Hollande se había comprometido a revisar y, juzgando por los hechos de hoy, parece haber cumplido.
La investigación más avanzada que concierne a Sarkozy es la relativa a la presunta financiación ilegal de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007 por la multimillonaria heredera del grupo de cosméticos L’Oréal, Liliane Bettencourt.
Un juez instructor de Burdeos investiga si Bettencourt entregó importantes sumas de dinero a Sarkozy, directamente o a través del que entonces era tesorero de su campaña, el ex ministro Éric Woerth.
El caso, destapado por casualidad en el contexto de una investigación paralela por una disputa familiar, llevó al juez a procesar a Woerth y al ex consejero financiero de Bettencourt Patrice de Maistre, presunto receptor de una suma en metálico de 500.000 euros aparentemente destinada al ex tesorero de Sarkozy, según la entonces contable de la millonaria.
VÍNCULOS CON KHADAFI
Sarkozy podría ser convocado para declarar sobre su vínculo con el fallecido dictador librio, después de las revelaciones sobre presuntas entregas de dinero procedentes del régimen libio para su campaña del 2007.
Cuando estaba asediado en su palacio de Trípoli, bombardeado por aviones de la OTAN poco antes de su caída, Khadafi aseguró haber financiado parte del exitoso intento presidencial de ex líder derechista.
Posteriormente, la prensa fra cesa difundió documentos presuntamente oficiales que demostraban que el ex dictador libio autorizó el pago de 50 millones de euros a las arcas de Sarkozy.
