El fundador del revista Noticias fue entrevistado por Marcelo Longobardi y Ernesto Tenembaum a propósito de los 25 años de la publicación. Criticó tanto a quienes tienden «un manto general de piedad» sobre toda esa época de la dictadura como a los que no rescatan «que hubo actitudes diferentes».
A propósito de los 25 años de la revista NOTICIAS, su fundador y CEO de la editorial Perfil ofreció un reportaje en el que los periodistas Marcelo Longobardi y Ernesto Tenembaum -presentados como «dos profesionales con posiciones distintas»- fueron los encargados de hacer las preguntas, en el marco de una sala Borges abarrotada de público en una de las jornadas finales de la Feria del Libro.
«La polarización extrema es el gran problema de la Argentina en general, y de este Gobierno en particular», señaló el empresario y periodista Jorge Fontevecchia en un evento organizado con motivo del aniversario de una de sus creaciones más emblemáticas.
En la charla con sus colegas, Fontevecchia aludió a la forma en que se lee el pasado desde el presente y cuestionó una polarización y una manipulación de la que se considera víctima, dado que desde los despachos oficiales se ha presentado a su grupo editorial como cómplice de la dictadura militar de 1976-83.
«Es tan equivocado tender un manto general de piedad sobre toda esa época como no rescatar que hubo actitudes diferentes o, mucho peor, invertir el orden, partiendo de que sin importar que sea verdad se puede imponer casi cualquier idea, hasta lo contrario (a la realidad), como ésta de que casi la única empresa que sobrevivió a la dictadura y que tiene algo honroso para contar de esa época, se termina convenciendo a mucha gente de que era lo opuesto», señaló Fontevecchia y recordó incluso que la diputada Victoria Donda lo insultó públicamente por este hecho y luego tuvo que pedir disculpas.
Admitió la dificultad de interpretar el pasado, y citó una frase de Walter Benjamin que dice que «la historia no se puede contar nunca» porque «es un relato (…) siempre está influenciada por el presente».
Aun así, subrayó la necesidad de contextualizar y recordó que a él mismo, en 1978, le resultaba «inverosímil» que hubiera un campo de concentración en avenida del Libertador –en referencia a la ESMA- pero que un año después, fue amenazado y secuestrado por los artículos que publicaba en su revista La Semana (antecedente de la actual Noticias).
«Hoy, viéndolo en retrospectiva, obviamente era un error, pero hay que ubicarse en la época. Había un marco de limitaciones, pero dentro de ese marco de limitaciones, hubo diferentes actitudes», insistió.
Lo que el kirchnerismo dice sobre su revista durante el Proceso, señaló Fontevecchia, «es un buen ejemplo de cómo se subvierten las historias».
«Es una discusión muy importante de la historiografía: con qué ojos vamos a ver el pasado.Tengo la sensación de que es posible, aún con toda la ficción que tiene el pasado desde el juicio del presente, tener una actitud, no sé sí objetiva, pero sí de una intersubjetividad aceptada. Es decir, tenemos que ver que hubo grados y diferentes comportamientos en los medios y las personas (durante la dictadura), que no alcanza con decir que no se podía hacer nada, como tampoco se puede juzgar todo con los parámetros de hoy», señaló.
«Plantear los extremos de manera polar, y no ver que hay grises, me parece que es el gran problema de la Argentina en general, y de este Gobierno en particular», fue su síntesis sobre este tema.
El «perfil» de Noticias
Marcelo Longobardi, conductor de «Cada mañana», el mayor éxito de la radio actual, aseguró queFontevecchia y sus medios (NOTICIAS, Perfil) «van contra la corriente, son contracíclicos». Si el país va un poco allá y la opinión pública piensa tal cosa, él la pone para el otro lado, aseguró. Fontevecchia se hizo eco de estas afirmaciones y dijo que esta actitud era «una decisión y una necesidad, la de tener identidad».
«Clarín es como el peronismo, con su pragmatismo de derecha o izquierda, con la lógica del poder.La Nacion representa a una clase social, y lo que queda libre es lo que se podría llamar un liberalismo de izquierda, un sector minoritario Y en ese contexto sos contracorriente, porque la sociedad va por otro lado, es mas pragmática», sostuvo el director del diario Perfil, cuyas palabras fueron seguidas con atención por una audiencia que incluía al historiador Pacho O’Donnell y el ex jefe de Gobierno de porteño, Jorge Telerman.
Tenembaum, que en su primera intervencion evocó las épocas en la que competía mano a mano con NOTICIAS con su publicación semanal Veintiuno (luego Veintitrés, fundada por Jorge Lanata), cuestionó a Fontevecchia por una de las características de la revista, las notas con informaciones de caracter personal, aludiendo a la tapa dedicada al hijo del ex presidente Menem, Carlos Nair -en ese momento no reconocido- y una de las más recientes, con la hermana de la presidente Cristina Kirchner como proagonista.
«Hay una jurisprudencia internacional respecto a las personas que son funcionarios públicos, o de un organismo que tiene aportes de fondos públicos, que indica que tienen un ámbito restringido de vida privada», respondió Fontevecchia.
Y recordó los embates del presidente riojano y su entorno contra su editorial. «Menem, su familia, y sus funcionarios nos hicieron 30 juicios. Y todos por muchísimo dinero. Varias veces nos colocó con patrimonio neto negativo».
Acerca del matrimonio Kirchner, aseguró que ni Néstor ni Cristina intentaron comunicarse con él, pero dijo que, de haber sido invitado formalmente a Casa de Gobierno, hubiese aceptado reunirse.
«Hay una foto que me mostraron que estoy con Néstor Kirchner, que yo no sabía quien era, en la presentación de un libro de Héctor Timerman, que en ese momento era columna de NOTICIAS. Y esa mención en una entrevista de Morales Solá en la que dijo que no tenía problema con ningún periodista salvo conmigo», contó Fontevecchia.
Por su parte, dijo que Cristina lo había definido como «el Salieri de Magnetto» y que una mesa que compartió en La Rural con gente de Clarín y La Nación fue caracterizada como «el comando de la campaña del desánimo» por la mandataria.
Al repasar los momentos más emblemáticos de la revista, los presentes hicieron mención de una de las páginas más oscuras del periodismo reciente: el asesinato del fotógrafo de NOTICIAS, José Luis Cabezas, a instancias de Adolfo Yabrán.
«La gente de NOTICIAS estaba muy conmocionada, era inimaginable el crimen de un reportero a 15 años de la llegada de la democracia», recordó Fontevecchia, quien dijo que tras el pavoroso asesinato, los periodistas de la revista «entraron en pánico» por miedo a más represalias.
«Tratamos de salir lo mas dignamente de ese momento. NOTICIAS hizo una cobertura equilibrada, aunque a veces quedó como que fuimos muy fríos», admitió.
Uno de los hitos más recordados de la publicación, el destape de la entonces mujer fuerte del menemismo, María Julia Alsogaray, luciendo nada más que un tapado de piel en la portada, también fue recordado.
«Lo de María Julia fue una genialidad del fotógrafo, yo cuando vi esas imágenes no lo podia creer. Ella al momento de las fotos estaba en un festival de cine, junto a Nacha Guevara y Graciela Borges, asi que habría un clima de sentirse diva», reflexionó Fontevecchia.
Y agregó: «Fue un retrato de epoca, de la frivolidad que emergía del menemismo».
Fontevecchia también ofreció algunas definiciones sobre NOTICIAS, asegurando que «busca conectar con la mayor audiencia posible» y que es cierto lo que algunos críticos dicen, que en su abordaje de la economía «no es tan disruptiva como lo es en lo político o lo cultura».
Además, se pronunció sobre la nueva Ley de Medios, declarada constitucional por la Corte Suprema recién el pasado año, asegurando que «estaba seguro que el próximo gobierno le realizará modificaciones».
«Me parece que el triple play se impone tecnológicamente, y si hubiese una discusión de fondo sobre si los que producen contenido no deberían ofrecer conectividad, me parece que ese planteo sería acertado», concluyó.
