Filmó 15 videos de su pareja mientras agonizaba y la dejó morir: la historia de horror de un argentino condenado a cadena perpetua en Barcelona

Ocurrió en 2019. Mariano Daniel Vásquez recibió la pena máxima la semana pasada. El acusado nunca ayudó a su pareja, la catalana Susana Cortés, que sufría una crisis de salud. Radiografía de una relación de…

lunes 04/04/2022 - 8:32
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Ocurrió en 2019. Mariano Daniel Vásquez recibió la pena máxima la semana pasada. El acusado nunca ayudó a su pareja, la catalana Susana Cortés, que sufría una crisis de salud. Radiografía de una relación de cuatro meses marcada por golpes, vejaciones y repetidos hechos de violencia de género.

En la noche del 17 de junio de 2019, el argentino Mariano Daniel Vásquez, de entonces 49 años, grabó con su celular 15 videos a su pareja, la catalana Susana Cortés, mientras ella agonizaba con un cuadro muy severo de hiperglucemia por su diabetes, que le provocaría la muerte unas horas después, según publica Infobae.

El último 29 de marzo, la Justicia de Barcelona condenó a cadena perpetua a Vásquez, acusado de asesinato con ensañamiento de la que fuera su pareja por un período de apenas cuatro meses en la localidad catalana de Viladecans.

A mediados de 2019, el caso había tomado repercusión en la Argentina cuando surgió la información de la existencia de los videos. Además, durante el juicio se reveló que durante los cuatro meses de noviazgo, Susana había sido víctima de violencia de género y había sufrido golpes y lesiones por parte del argentino. Ni la propia familia de la mujer asesinada tenía conocimiento sobre esa situación mientras había perdurado el noviazgo.

Durante las dos últimas semanas de marzo, el Juzgado de Violencia contra la Mujer Nº 1 de Gavá, Barcelona, fue el escenario donde desfilaron entre 25 y 30 testigos y donde un jurado popular de nueve integrantes encontró como culpable de cuatro delitos diferentes a Vásquez. Allí también salió a la luz el trasfondo de un golpeador que convirtió la vida de la mujer catalana en un infierno y que la dejó morir sin ofrecerle la ayuda que necesitaba para salvar su salud.

Según se resolvió en el juicio, los 15 videos filmados por el argentino habían sido registrados para intentar armar una coartada que lo eximiera de culpabilidad ante una inminente denuncia por violencia de género: pocos días antes del hecho, el argentino había atacado a golpes a su pareja y, al momento de su crisis hiperglucémica, ella presentaba hematomas en el rostro y diferentes partes del cuerpo, producto de esa agresión previa.

A medida que se sucedían los videos, también se podía percibir el agravamiento del cuadro de salud de la mujer catalana y cómo Vásquez intentaba simular que la asistía, cuando en realidad se trataba de una tortura psicológica hasta dejar morir a su pareja.

Cuatro meses de horror

La historia de amor entre Susana y Mariano comenzó en febrero de 2019. Fue una noche en la que ella había cerrado las puertas de su bar, El Recodo de Gavá, y se había marchado con una amiga a otro bar cercano. Allí se cruzó con un hombre robusto, de acento argentino muy marcado, quien le aseguró que era dentista y que vivía en España desde hacía más de diez años.

Durante el juicio, Vásquez reveló que conoció a Susana durante la mañana del 4 de febrero, pero que nunca llegaron a entablar una relación de amor, sino que eran simplemente “amigos con derecho a roce”.

Sin embargo, amigos y familiares de la víctima aseguraron haber mantenido cenas y encuentros con ambos en los que Susana presentó a Mariano como su pareja e incluso los policías que recibieron a Vásquez en la comisaría de Gavá al día siguiente de la muerte de Cortés, revelaron que el argentino llegó nervioso al destacamento y afirmó que se había levantado en casa de su pareja (dixit) y que la había encontrado a ella muerta.

La celebración del juicio en marzo de este año permitió a la familia y conocidos de la víctima conocer de primera mano la pesadilla que atravesó Susana Cortés a raíz de la violencia de género física y psicológica que Vásquez ejerció sobre ella.

“Durante los meses entre que empezaron a salir y hasta la muerte de mi hermana, nosotros nunca sospechamos de que él le pegaba a mi hermana. Susana nunca nos dijo nada y en los pocos encuentros que tuvimos, se los veía bien”, aseguró Daniel Cortés, el hermano de Susana.

Durante el juicio, salieron a la luz mensajes de audio enviados por Susana, testimonios de compañeros de la mujer en el bar El Recodo y hasta informes médicos que comprobaron los repetidos casos de golpes, insultos y otras formas de maltrato a los que Vásquez sometió a la mujer catalana.

El 19 de abril de 2019, Susana acudió junto a Mariano a un hospital de Gavá. Al ser atendida por los médicos, la mujer refirió sentir un dolor muy fuerte en la zona costal. La radiografía reveló luego que tenía dos costillas fracturadas.

“Él la acompañó para controlar que no dijera nada. Mi hermana aseguró que se había caído de la cama, pero en el informe que redactó el médico que la atendió se pudo ver que escribió la palabra ‘Alarma’. Sospechaban de que se podía tratar de un caso de violencia doméstica”, afirmó Daniel Cortés.

Como si fuera poco, la confirmación de la agresión de ese día se pudo corroborar gracias a un mensaje de audio de Whatsapp que Susana le envió a Mariano el 27 de abril, 8 días después y que fue recuperado por peritos durante la investigación: “Vamos a ver, ni me dices puta guarra de mierda, ni me dices imbécil, ni me dices todo lo que me estás diciendo. Ni me ‘guanteas’ todo lo que me has ‘guanteao’. Ni me pones las costillas como me las has puesto y me cago ya en todo, me cago ya en todo”, decía Susana en el audio que fue utilizado como prueba durante el juicio.

“En total hubo siete ataques a golpes de esta persona a mi hermana en los cuatro meses de relación. Se ve que la situación era tan grave, que en un momento ella le pidió a su ex marido que cuidara al hijo que tenían entre ambos durante un tiempo. O no quería que el niño viera los golpes y lo que pasaba en la casa o puede que hasta haya temido por la propia vida de su hijo”, relató Daniel Cortés.

Y agregó: “La última ‘golpiza’ que le ha dado fue en la noche del viernes 14 de junio (de 2019), tres días antes de la muerte de mi hermana. Ellos salieron al disco bar que estaba al lado del bar de mi hermana a tomar algo. En un momento, entran dos clientes habituales de mi hermana y la saludan. Él le pidió que salieran afuera y allí la empujó contra los autos, la insultó, le dijo que era una puta y que no podía hablar con nadie”, agregó Cortés.

Susana tenía en su teléfono una app que grababa las llamadas telefónicas. Así, en un llamado que la misma Cortés le hizo a Vásquez en la mañana del sábado siguiente, cuando ella acudió a su bar para trabajar, se constató la agresión que había sufrido y las secuelas visibles que le habían quedado en el rostro a raíz de los golpes.

Durante la conversación, Susana le dijo a su pareja: “Estoy en el bar y tengo que salir de aquí. Tengo que salir de aquí por cómo tengo la cara (entre llanto). Ya no puedo decir otra vez que me he caído ni nada. Tengo el ojo hinchado, negro (…) Le he dicho a T. si se puede quedar. Le he dicho que nada, que me pegué una hostia, que me puse de Jager (La bebida alcohólica Jägermeister) hasta el culo. Me ha dicho el T. ‘No me digas que te has caído, ¿Qué quieres que diga yo?’ (…) Esto ya no se lo traga nadie. No se lo traga nadie, ya”.

En otro momento de la charla, Susana le dijo a su pareja: “Si quieres verme… yo ya no sé lo que quieres de mí, pero me estás machacando, y yo no me lo merezco. Estuve un montón soltera y encuentro una persona que me machaca, me humilla y me hace lo que me haces (…) Vale, ¿No te arrepientes de nada, no? Por lo que veo…”.

El pedido de ayuda

Durante dos días, Susana y Mariano no se vieron. Recién el lunes por la noche, Cortés le realizó una llamada a Vásquez para que acuda a su casa a asistirla porque ella estaba sufriendo una crisis con su enfermedad de diabetes tipo 1.

El análisis de los teléfonos registró que entre las 20.37 y las 21.33 de la noche del 17 de junio, Susana realizó cuatro llamadas al teléfono de Mariano para pedir ayuda, ninguna de ellas fue atendida. Luego de la última llamada, ella le envió un mensaje de audio vía Whatsapp.

Mariano se encontraba junto a un amigo llamado Marco. Este colega declaró en el juicio que Mariano le hizo escuchar el audio y lo puso en altavoz: “Mariano, estoy fatal. No sé a quién llamar, cariño. Me mareo, me duele todo, no quiero salir a la calle, no quiero que nadie me vea. Y tengo fiebre, me mareo en casa. No sé qué hacer cariño, no sé qué hacer, vida, ayúdame, por favor, tráeme medicamentos, tráeme algo por favor, me ahogo (…) No quiero ir a casa de mi madre, no quiero que nadie me vea. Haz lo que tú creas, cariño (…) No puedo ni hablar”.

Marco declaró haberle recomendado a Mariano que acudiera a la casa de su pareja porque esa persona necesitaba ayuda.

Los videos

Durante el juicio, las únicas personas que tuvieron acceso al material de los videos fueron los nueve representantes del jurado popular, el juez, los fiscales y los abogados. Ningún amigo ni familiar de Susana vio jamás el contenido audiovisual.

A las 22.50, Mariano realizó un video (que no está incluido entre los 15) en el que filmaba en la calle la matrícula de un auto. La policía pudo corroborar tiempo después gracias a un estudio de geolocalización, que ese video fue filmado en la misma cuadra de la casa de Susana, sobre la calle Palmer, en Viladecans.

El primero de los 15 videos en el que aparece Susana fue grabado a las 23.42 del 17 de junio. En ese documento ya se registró cómo la mujer de 42 años ya tenía dificultades para valerse por sí misma. En un tramo de ese video, Mariano se filmó a sí mismo poniéndole un trapo con un hielo en el ojo morado de Susana, como si estuviera intentando ayudarla.

El condenado declaró durante el juicio que le ofreció en algunas oportunidades a Susana llamar a una ambulancia o llamar a su familia, aunque eso no pudo ser corroborado en los videos.

En los primeros videos, no había intercambio de palabras entre ellos. Durante el juicio, Vásquez declaró que no hablaban “porque se veía que estaba fatal, que estaba pasadísima (Mariano acusaba a Susana de ser cocainómana, hecho que no pudo ser confirmado por ningún especialista), que se empezó a caer y caer y que dijo ‘bueno, ya se pondrá bien’”.

En los videos 6 y 7, grabados entre las 00.58 y 00.59 se observó a Mariano mostrándole un vaso de agua a Susana, pero sin ofrecérselo ni entregárselo. En ningún momento se ve a Susana beber de ese vaso.

El hermano de Susana reflexionó: “Esta persona estaba ante una situación en la que no sabía qué hacer. Si llamaba a una ambulancia, los médicos iban a ver cómo estaba la cara de mi hermana y lo iban a meter preso. Entonces, se puso a filmar videos para intentar tener una coartada. No sé de qué. En algunos videos, él le preguntaba a mi hermana ‘¿Pero qué te has hecho en la cara?, ¿Cómo te has hecho eso?’”.

En el video 10 y video 11, grabado a las 2.46 y 2:50 de la madrugada del 18 de junio, se dio una conversación que permitió comprobar que Vásquez hasta parecía regocijarse con la desesperación de su pareja y hasta burlarse de ella.

Susana: ¡¡Ábremela ya!!

Mariano: ¿Abre me ya?

S: ¿Me abres la botella?

M: ¿Abrimos el coche?

M: Susana, ¿Qué quieres que abra?

S: ¡¡La Coca Cola!!

M: ¿Una Coca Cola o una Fanta naranja? ¿Qué quieres?

S: Lo que tú quieras.

M: Pero no podés, mi amor. ¿Sabés por qué? Porque te hacés pis

S: ¿Me la abres o no?

M: Te caes, mi amor, te caes… estás helada.

S: Pero, ábremela ya

M: Mojate el pelo con la mano, mojate el pelo

El video 12, grabado a las 2:54, fue una de las piezas más importantes del juicio. Ya en un estado muy grave y casi sin poder hablar, Susana susurró las palabras “Ambulancia”, y dos segundos después, “Me muero”. En la transcripción de la policía, esas frases aparecieron como “inteligibles”, aunque el jurado popular llegó a identificarlas gracias al uso de audífonos sofisticados.

A diferencia de los primeros 12 videos, a partir del Video 13, Susana aparece en escena sin ropa. El último video fue grabado a 3.39 del día 18 de junio: Susana estaba en el suelo de la casa, desnuda y ya sin hablar; sólo tenía dificultad para respirar.

“Esta persona pasó toda la noche en la casa sin avisar nada a nadie. Es más, al otro día, antes de ir a la comisaría, ha ido a un taller mecánico a devolver un auto que le habían prestado. Recién después fue a la comisaría”, afirmó Daniel Cortés.

La autopsia reveló que Susana Cortés murió debido a un shock de hiperglucemia que luego condujo a una falla multiorgánica. El médico forense también halló metabolitos de cocaína que respondían a un consumo reciente de esa sustancia y declaró que esa droga pudo favorecer el cuadro de hiperglucemia ya que aumenta el nivel de azúcar en sangre.

Asimismo, dos médicos consultados durante el juicio indicaron que, en caso de que Mariano Vásquez hubiera llamado a un servicio de emergencias, el cuadro de salud de Susana Cortés se habría revertido de manera inmediata y no habría habido ningún riesgo para su vida.

El jurado popular encontró a Mariano Vásquez como culpable de cuatro de los cinco delitos que se lo acusaba. Luego, el juez Uría Martínez aplicó las condenas correspondientes ante cada uno de ellos.

El magistrado condenó al argentino que hoy tiene 52 años a cadena perpetua (25 años). También se le prohibió el acercamiento a menos de 1.000 metros de tres familiares directos de Susana. Esa inhibición perdurará al menos 10 años después de que Vásquez cumpla su condena en prisión.

También se lo condenó a 18 meses de prisión por tres delitos de maltrato en el ámbito de violencia de género, otros seis meses de cárcel por el delito de maltrato habitual y un año de prisión y una multa de 3.650 euros por el delito contra la intimidad, por haber filmado a Susana Cortés sin el consentimiento de ella.

Además, fue condenado a indemnizar a tres familiares directos de Susana Cortés con una suma cercana a los 230.000 euros.

“Fueron casi tres años de lucha y de angustia para nosotros. Pero ahora tenemos algo de alivio. Este juicio sirvió para que se sepa lo que es este hombre y lo que hizo con mi hermana. Ninguna mujer va a volver a sufrir a esta persona”, se consoló el hermano de la víctima.

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