Buscando un intersticio entre las versiones radicalizadas y extremas de: “El Gobierno miente”, que continúa barnizando de heroicidad y de refundación de la historia todas las acciones, hasta las mínimas que desarrollan en la acción diaria para la cual fueran elegidos y de “Clarín Miente” y los intereses dominantes con la agitación de la decadencia económica y cataclismos políticos.
El abordaje en la nueva era de las desigualdades, nos acerca un marco de referencia para poder interpretar y accionar en una sociedad cambiante: “La cuestión social se aborda con demasiado frecuencia en unos términos que conjugan las 3 perversiones de la política moderna: La confusión de la política y los buenos sentimientos, el gusto por la política espectáculo y la simplificación de los problemas”.
El problema no es juzgar acciones y evaluar prácticas, sino escapar a lo que se manifiesta como una huida de las responsabilidades ciudadanas: La indiferencia de amplios sectores de la sociedad, que actúan individualmente y con “aire que a mí nunca me va a tocar”. La contra cara es la percepción de políticos con “cara de buenos” o con “Buenas intenciones”, que desplazan a los enfrentamientos sociales e ideológicos sobre el presente y futuro de la sociedad, esta situación está íntimamente ligada con la política espectáculo donde lo esencial es proclamar la propia generosidad y nuestros buenos actos y la maldad ajena y la última, en la simplificación del problema social en cuanto a dos dimensiones centrales, la mirada y acción desde el sentido común y de la solución del problema en el binomio inclusión/exclusión sin reflexionar sobre las causas sistémicas que la producen.
“Qué ves, cuando me ves?… Cuando la mentira es la verdad”
La presentación efectuada por el Ministro de Planificación y el Vice Ministro de Economía, en el denominado Mnforme “Mosconi” http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-195497-2012-06-02.html condensado una mirada sesgada y acrítica del pasado reciente, utilizando comparaciones históricas falaces y proyectando un futuro esperanzador, está dominado por las perversiones de la política enunciadas.
Podemos añadir otros datos adicionales al cuadro famoso que nuestra Presidente descubriera a partir de los informes de principio de año, que evidencian la sobre explotación y declinación de reservas formaba parte de infinidades de propuestas políticas y técnicas que alertaban sobre lo que finalmente sucedió.
La sobreactuación los lleva a descubrir desde adentro el vaciamiento al que estaba siendo sometida la empresa, situación convalidada por el Ministerio de Planificación en los propios estados contables que daban cuenta que la remisión de dividendos al exterior se correspondía con la política denominada de Argentinización (Entrada obligada del Grupo Petersen Energía) generada el Gobierno. La investigación incluyó además afirmaciones tales como: Las inversiones anunciadas (En general por transmisión en cadena nacional) no se concretaban en la realidad, que Y.P.F. S.E, Realizó hace 2 décadas atrás el mayor esfuerzo exploratorio y que YPF S.A. La mayor extracción hacia 1998 y que desde allí la declinación alarmante nos ha llevado a la crisis actual.
Asimismo cabe preguntarse: ¿Cómo juzgar la irresponsabilidad de De Vido y Baratta?, cómplices de vaciamiento, de las compras sospechas de gas a nivel internacional, de la falta de actuación de ENARSA, de la falta de diálogo para reencauzar el tema del precio del gas a nivel interno, de la responsabilidad en la entrega de subsidios a empresas de manera irregular, etc. en lugar de sentarse en el banquillo de los acusados, pasean su señorío y bonachonería como actuales héroes nacionales.
Es el problema de una dirigencia que demuestra día a día su ineptitud para gobernar y que a partir de un excelente marketing, transforma decisiones mediocres en grandes reformas y de un pueblo que consiente indiferente. Muy alejados de la impronta de defensa de recursos nacionales que dio origen a Yacimientos Petrolíferos Fiscales por más que parafraseando “Entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera”, la realidad indica que el capitalismo privado sin reglas es dueño de más del 70 por ciento de los hidrocarburos del país.
Por: César Herrera
