En diálogo con FM La Petrolera, estudiantes y docentes de la Escuela Nº 749 compartieron la experiencia de haber representado a Comodoro Rivadavia en una competencia automovilística estudiantil realizada en la provincia de Entre Ríos.
Iván, uno de los estudiantes que formó parte del equipo, expresó su alegría por lo vivido: “Estoy muy alegre por esto y gracias a todos mis compañeros lo logramos”. Si bien el viaje y la competencia presentaron desafíos, destacó que pudieron superarlos: “Tuvimos uno que otro contratiempo, pero logramos pasar y competir en las finales”. Además, manifestó su sorpresa por el recibimiento al regresar a la ciudad: “No pensábamos que iban a traer hasta a los bomberos. Fue una sorpresa enorme”.
El profesor Romano Cristian, a cargo del taller, relató que las emociones fueron variadas y que el proceso estuvo lleno de obstáculos, pero también de aprendizajes. “Llegamos con una parte del auto para ensamblar y tuvimos que hacer modificaciones sobre la marcha. Hubo frustración, nervios, lágrimas, pero también mucha alegría. El día de la competencia llovió, hacía frío y no teníamos ropa adecuada. Otras escuelas estaban mejor preparadas, pero aun así lo logramos”, expresó.
A pesar de las dificultades, remarcó la unión y dedicación del grupo: “Mis alumnos lo dejaron todo. Teníamos hambre, sueño, y aun así seguían trabajando. Son chicos y mostraron un compromiso enorme. Estuvieron siempre juntos, compartieron opiniones, se apoyaron”.
Iván, quien se desempeñó como jefe mecánico durante la competencia, detalló su rol dentro del equipo: “Una vez que entramos a boxes, los profesores no podían tocar el auto. Mi trabajo era dejarlo a punto para cada carrera, explicar a los pilotos cómo manejarlo y coordinar con mis compañeros. Fue una gran responsabilidad”.
El estudiante también destacó el logro colectivo: “Lo que buscábamos era que el auto pueda girar en pista y completar todas las carreras. Lo conseguimos. Fue una satisfacción tremenda”.
Tanto alumnos como docentes coincidieron en que se trató de una experiencia inolvidable, no solo por el desafío técnico sino también por el apoyo recibido de toda la comunidad educativa y de Comodoro. “A ninguno se le va a olvidar esto. La importancia que nos dio la ciudad, las familias y la escuela fue algo hermoso”, aseguró Iván.
