Estadísticas del Indec contradicen las que usa la titular del Banco Central

En su exposición ante las comisiones del Senado Mercedes Marcó del Pont refutó dichos de economistas y senadores que hablan de una primarización de las exportaciones. Los datos públicos muestran que estaban en lo cierto….

domingo 12/05/2013 - 13:00
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En su exposición ante las comisiones del Senado Mercedes Marcó del Pont refutó dichos de economistas y senadores que hablan de una primarización de las exportaciones. Los datos públicos muestran que estaban en lo cierto.

El fondo de la cuestión es que quienes hablan de primarización observan que es un fenómeno del atraso cambiario que provoca la existencia desde hace más de un lustro de una alta tasa de inflación que supera en más de 10 puntos porcentuales a la tasa de devaluación del peso, según la paridad que fija el Banco Central a través de la pizarra del Banco Nación Argentina.

La contrapartida es la pérdida de gravitación en las exportaciones de las manufacturas industriales y de combustibles y energía, porque los crecientes costos de producción en dólares las fue sacando de mercado, salvo convenios muy puntuales como el que rige para la rama automotriz.

Los economistas definen la primarización de las ventas al resto del mundo como el aumento de la participación de los productos sin elaborar, o con bajo valor agregado por parte de la industria nacional, respecto del total de las exportaciones. Estas se integran además por las manufacturas de origen industrial y las de combustibles y energía.

Marcó del Pont no llegó a mostrar los datos que tiene el Banco Central para justificar su afirmación, pero sí se comprometió a hacerlo si algún senador quería ver el balance de cantidades que se despachan anualmente al resto del planeta.

Seguramente la fuente de información de los legisladores y economistas no es otra que la que difunde cada mes el Indecen valores, mientras que en cantidades lo hace trimestralmente, pero en ese caso con números índices, no en unidades o volumen de producto.

Aumento de dos puntos en cantidades

Se sabe que no es sencillo, ni aconsejable, comparar peras y manzanas, o soja, trigo o cortes de carne, con acero o automotores, y ni que hablar con sustancias químicas, medicamentos o cemento o lingotes doré (90% plata y 10% de oro), por eso lo usual es medir el comercio exterior en el equivalente a dólares.

Sin embargo, la mejora relativa de la calidad del comercio exterior, entendida por el incremento de la gravitación de los productos con mayor incorporación de valor agregado, esto es de trabajo argentino de calidad, más allá del que aporta la naturaleza, no se verifica en las estadísticas del Indec.

Dado que el balance de cantidades el organismo de estadística sólo lo muestra en términos de números índicesde las cantidades exportadas, se parte del supuesto de una proporción igual para cada uno de los cuatro grandes rubros señalados para el período base que fijó en 1993.De esa serie surge que hoy el componente puramente primario (productos del suelo con bajo grado de elaboración) representó en 2012 el 23,6%, tras haber caído a 22,5% el año anterior y a 16,9% en la crisis de 2009. En los tiempos de la convertibilidad había descendido a 23,1 por ciento.

Mientras que las manufacturas de origen agropecuario, las cuales también forman parte de la clasificación de primarios, se ubicó en el último año a 22,6%, tras haber avanzado de 19,6% en 2001 a un pico de 27,4% en 2009.

El agregado de los dos componentes refleja una suba de dos puntos porcentuales en el último trienio y supera en esa magnitud al de los tiempos del cambio 1 a 1 entre el peso y el dólar. En esa época se había reducido en más de 16 puntos.

Deterioro en valores monetarios

Un fenómeno similar se advierte en las estadísticas del Indec referida al valor de las exportaciones por rubro.

Los productos primarios propiamente dichos ahora equivalen a 24,1% de las ventas totales al resto del mundo, tras haber descendido a 22,2% en 2010. Y los datos correspondiente al primer trimestre lo elevan a 25,4%, poco más de 3 pp por arriba de la relación que habían caído antes de la crisis de la convertibilidad.

En tanto la gravitación de las manufacturas agropecuarias subió a 33,8% en 2012, tras haber bajado a 33,2% en 2010 y menos de 33% hasta 2006.

De este modo el agregado de productos primarios y sus manufacturas ahora representan entre 58 y 56% en contraste con un promedio de 52% entre 2005 y 2006.

La contracara de la primarización de las exportaciones es la pérdida de incidencia de las manufacturas de origen industrial y de combustibles y energía, porque tiene naturalmente menos ventajas competitivas que el complejo oleaginoso.

Para eso se requiere una economía con estabilidad de precios e incentivos fiscales y financieros como aplican la mayor parte de las economías vecinas, para no ir más lejos. En la Argentina, por el contrario, se desalienta su competitiva a través de un deliberado atraso cambiario respecto del aumento de los costos.

No se trata de caer en la devaluación nominal del peso, sino de mejorar el tipo de cambio efectivo, como ha anunciado la Presidente el último lunes con la devolución de la totalidad del derecho de exportación al trigo de 23% a todos los productores en proporción a la declaración de la nueva cosecha 2012/13. En ese caso el beneficio se limita a menos de 11%, porque la producción poco más que duplica el saldo exportable.

Por tanto se insiste en que no se va a devaluar, pero el Banco Central viene depreciando el peso a un ritmo de entre 16 y 18% al año, casi duplicando la tasa de inflación que mide el Indec y para el caso del productor triguero, pese a su alta gravitación en el consumo de las familias se acelerará a casi 30 por ciento.

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