En comunicación con El Comodorense, Gonzalo contó cómo se vivió el partido de Argentina contra Polonia, la organización con todos los argentinos para hinchar por la selección y los festejos luego de la clasificación: “Fue una fiesta”, expresó.
Gonzalo tiene 24 años y es del barrio Saavedra. Junto a su papá, viajó a Qatar el 20 de noviembre con la ilusión de ver a Argentina campeón. Tal es así, que planean quedarse en el país de medio oriente hasta el 20 de diciembre.
“Son todos muy buena onda, los árabes te ven con la bandera o camiseta de Argentina y enseguida te piden fotos o te nombran jugadores. Se vive un clima de alegría”, contó el joven en diálogo con El Comodorense.

Gonzalo y su papá tuvieron la posibilidad de presenciar el partido contra México que se disputó el pasado sábado e indicó que el aire que se respiró durante todo el encuentro fue tenso. Sin embargo, según indicó el joven, muy distinto fue el partido jugado ayer contra Polonia: “Se sentía que todos estábamos más tranquilos aunque sabíamos que había que ganar si o si para pasar. Particularmente nosotros confiábamos mucho en los jugadores”.
El primer tiempo terminó 0 a 0 pero Gonzalo comentó que había mucha esperanza: “En el entretiempo todos opinaban lo mismo, que Argentina tenía el control total de la pelota y se veía que en cualquier momento se iba a dar el gol. Y apenas arrancó el segundo tiempo la selección lo hizo y la gente enloqueció”.

“Lo más lindo es la emoción que sentimos, todos los argentinos sin conocernos nos abrazamos. Hasta casi terminamos llorando”, expresó.
Además, el joven contó a El Comodorense cómo se vivió el partido después del primer gol: “No paramos de cantar y saltar, este estadio era mucho más chico a comparación de los dos anteriores donde jugamos así que la hinchada se debe haber sentido más. La seguridad nos pedía a todos que nos sentemos pero era imposible. Un día antes con un grupo de argentinos habíamos quedado en ubicarnos todos juntos, atrás de un arco, para que se sienta más el aliento y coordinar las canciones”.
Una vez que el partido terminó y ya clasificados, Gonzalo aseguró que todo “fue una fiesta”: “Nos quedamos una hora más en el estadio saltando y cantando hasta que nos sacaron los de seguridad pero la seguimos en el metro en donde nos encontramos a los mexicanos que iban con un humor distinto al de nosotros”.

“Termine con una felicidad inmensa como todos los argentinos. Es un sueño en vida”, concluyó el joven.
