La primera ballena muerta se registró el sábado 24 flotando cerca de Punta Pardelas. Para el domingo, ya se detectaban 12 adultos y un subadulto muerto durante los últimos días en las aguas del Golfo Nuevo.
El Instituto de Conservación de Ballenas compartió el trabajo realizado por el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral en conjunto con las instituciones, según publica El Chubut.
El registro comenzó el sábado 24, cuando se encontró a la primera ballena muerta florando en cercanías a Punta Pardelas por el equipo de investigadores del proyecto Siguiendo Ballenas.
El equipo de ICB, a través del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral se encuentra investigando la muerte de las ballenas francas australes en colaboración con otras instituciones y especialistas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el CENPAT y el Laboratorio Provincial de Salud Ambiental.
Una de las hipótesis arroja que el fallecimiento de los animales se debería a la presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas, llamada como marea roja.
La coordinadora de Campo del Programa, Agustina Donini, comentó que ‘’ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presento evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo’’.
Sobre la averiguación superficial de los animales, no se encontró ninguna lesión o anormalidad en el cuerpo externo de los mismos. Todas las ballenas se encontraban en buenas condiciones.
La co-directora del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, Dra. Marcela Uhart, sostuvo que ‘’los eventos con un número inusualmente alto de ballenas adultas muertas en un corto periodo de tiempo y en una misma área, pueden ser indicadores de variables ambientales locales que contribuyen a la muerte de las ballenas’’.
Por su parte, el Dr. Mariano Sironi, director Científico del ICB explicó que ‘’durante 2021, del total de 45 ballenas francas muertas en las costas de Península Valdés, registramos 7 juveniles y 13 adultos. En contexto, si bien el número de ballenas adultas muertas de esta temporada aún es menor al de la temporada pasada, es preocupante que las muertes se hayan registrado en un período de tiempo tan corto’’.
Aún se continúa con las investigaciones para identificar las causas a los decesos de los animales.
