Lo tenía en el bolsillo por un gol de Gigliotti en el primer tiempo pero no lo liquidó, Pisculichi se mandó un golazo de zurda y le sacó dos puntos clave en la Bombonera. Así, los ‘Xeneizes’ no pudo lograr su tercer triunfo al hilo y siguen a cuatro de los líderes.
Es como una derrota. Pese a que suma un punto y sigue a cuatro de la punta, conceptualmente es una caída. Porque Boca lo tenía servido, ganando 1-0 en la Bombonera, contra un rival pobretón y con chances de dar el golpe de KO. Un gol de ventaja nunca es gran diferencia, es como jugar con fuego y, aunque Argentinos no había hecho mucho para empatarlo, lo consiguió con una genialidad de un talento como Pisculichi.
La tercera victoria al hilo estaba ahí, al alcance de la mano. Boca no pasaba sustos y jugaba con tranquilidad, pero claro que estaba sólo 1-0 por ese gol de Gigliotti que contó con la ayuda de Nereo Fernández. Era triunfo y quedar a sólo dos de la punta, era un nuevo triunfo. Pero Piscu pescó un rebote y la clavó en el ángulo. ¿Imprevisible? No tanto, porque Boca no había tenido esa decisión de ir a definirlo y era cantado un final cerrado, con gol en contra o al menos con ollazos para sufrir. Riquelme estaba en cancha pero sin pesar, otra vez 90 minutos pero desgastado, sin peso, sin hacerse eje, sin pases de gol. Y Bianchi metía cambios raros, como el de Rivero por Acosta y otro de Riaño por Erbes, todos antes del empate.
Boca se sentía de racha, ganador con ese 1-0. Tanto que se dio el gusto de que Erbes y el Cata Díaz se ganaran una amarilla para faltar con Quilmes y asegurarse el superclásico. Pero al final le arruinaron la fiesta con esa puñalada de Pisculichi, para ese empate que en realidad es derrota.
