Con un gol espectacular de Grimi, el lateral que alguna vez jugó en Italia le dio el triunfo a Godoy Cruz. Escaló toda la cancha y la clavó en un ángulo. Los de Palermo alcanzaron a All Boys en los promedios y Estudiantes se olvida del torneo.
Alguna vez su nombre pasó por los diarios más prestigiosos de la prensa deportiva internacional por su sorpresivo pase de Racing al poderoso Milan cuando era sólo un pibe. Leandro Grimi no tuvo la suerte que hubiera querido en Europa pero en Mendoza encontró un lugar para volver a sentirse protagonista. Y vaya si lo fue en la tarde del sábado, cuando un golazo suyo le dio la victoria a Godoy Cruz en un partido tan chico como clave en las aspiraciones tombinas de mantener la categoría.
Por que necesitaban sumar de a tres después de cuatro fechas, el equipo de Palermo fue al frente a buscar la ventaja hasta que quebró a Estudiantes de penal (mano de Rosales bien sancionada por Echenique), a través de Curbelo. Sin embargo, el Pincha se sabía con chances matemáticas de pelear el campeonato y se despertó. De la mano del Patito Rodríguez comenzó a encontrar peligro pero perdieron sus chances Román Martínez y Damonte.
En el complemento se mantuvo la tendencia y Estudiantes, que ya lo merecía, llegó al empate tras una bola quieta que Vergini encontró boyando en el área. El empate parecía número puesto pero el partido estaba roto y Grimi (el del Milan) tenía algo más para decir. El arquero Carranza se la dio cortita con la mano para que remonte la cancha de contra. El lateral cruzó la mitad y, cuando vio que sus compañeros se llevaban la marca, decidió patear al arco. Todo el estadio quedó atónito cuando la pelota se metió en el ángulo de Rulli.
Sin ser más, Godoy Cruz se llevó tres puntos de oro para su lucha que lo dejan en la misma línea que All Boys y a un pasito de la zona segura. Está claro que Palermo y compañía darán pelea hasta el final.
QUILMES 1 – RACING 1
En el Sur del Conurbano, Quilmes y Racing empataron 1-1, con goles de Caneo y Dinneno. La Cerveza lo buscó un poco más ante una Academia que fue ambiciosa de arranque, aunque luego se conformó con la igualdad. En la tabla, no aportó demasiado.
Sabe a poco. En especial, para Quilmes. ¿A qué se hace referencia? Al empate que se dio en el sur ante Racing (1-1). Un resultado que no le aportó demasiado a los dos, aunque al que le asentó mejor fue al equipo visitante. Los de Giunta fueron los que más buscaron, pero terminaron con algunas caras largas al no conseguir su propósito, especialmente para engrosar el promedio. Los de Merlo se quedaron más conformes, aunque siguen en el fondo de la tabla.
¿Qué ofreció el primer tiempo? A la hora de analizar los rendimientos de ambos equipos, la Cerveza fue un poco más. Por idea, por la manera en que se desenvolvió en el campo de juego, con Caneo como abanderado al organizar el juego. Y, por momentos, el local fue más prolijo que la Academia, con un planteo ofensivo, aunque sin mostrar conexión entre los intérpretes De Paul, Vietto, Viola y Hauche. Poquito para el elenco de Merlo, a pesar de esa idea ambiciosa. Al haber mostrado mejores credenciales, Quilmes tuvo su recompensa: tras un tiro libre, la defensa de Racing quedó enganchada y Caneo, habilitado, definió perfecto ante un Saja que poco pudo hacer. Justo, si es que debía haber un ganador al cabo de esa primera parte.
En el segundo tiempo, Merlo metió mano, sin temblarle el puso. Sacó a Vietto y se la jugó por otro juvenil como Dinneno. Y en la primera que tuvo, el pibe respondió con un gol. Tras ello, Mostaza cambió el esquema. Reforzó el medio y apostó a la contra, dejando venir al dueño de casa. Quilmes tuvo acercamientos, aunque no estuvo fino en la estocada final ante un Racing bien cerrado. Y tampoco contó con suerte, como ese cabezazo de Morales que terminó dando en el travesaño. Siempre fue el que más intentó, pero no encontró su premio.
