El riesgo país volvió a ubicarse en niveles alarmantes este viernes y ya se posiciona como el segundo más alto de América Latina, por encima del de Bolivia y siendo únicamente superado por el de Venezuela. Esto consolida a Argentina como uno de los países con mayor dificultad para acceder al crédito externo.
El indicador llegó a los 1.456 puntos, y señalan que se debe a los temores políticos y económicos del momento, a pesar del rally que había obtenido entre finales de 2023 y el 2024, tocando un piso de 546 puntos, publicó Ámbito.
De esta forma, el Índice de Bonos de Mercado Emergentes (EMBI) superó a Ecuador y a Bolivia, país que cosechaba 1.336 puntos, que lideró el ranking durante todo el año.
Este índice, medido por el EMBI de JP Morgan, funciona como una señal de la confianza -o desconfianza– de los inversores internacionales respecto a la capacidad de un país para cumplir con sus compromisos financieros. Cuanto más alto es el valor, mayor es la percepción de riesgo y, en consecuencia, más caro resulta para esa nación financiarse en los mercados internacionales.
Según afirman, la disparada se vincula con la falta de acceso a los mercados de deuda, la presión cambiaria y la fragilidad de las reservas del Banco Central. También influyen las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la capacidad del gobierno para sostener el ajuste fiscal sin profundizar la recesión.
