El puntero Newell’s hundió aún más a Racing

Golazo de Maxi Rodríguez cerca del final, 1-0 de Newell’s a Racing, y furia en el Cilindro: aunque la Academia había jugado bien, la gente insultó a dirigentes y plantel. La Lepra, con un triunfo…

sábado 21/09/2013 - 9:00
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Golazo de Maxi Rodríguez cerca del final, 1-0 de Newell’s a Racing, y furia en el Cilindro: aunque la Academia había jugado bien, la gente insultó a dirigentes y plantel. La Lepra, con un triunfo trabajado, seguirá puntera.

Una Fiera. Maxi Rodríguez desborda por derecha, mete un enganche, dos, clava un zurdazo cruzado cuando el partido se moría para darle el triunfo a Newell’s en el Cilindro de Avellaneda. Unas fieras. Los hinchas de la Academia reaccionan. Insultos a Cogorno, a Molina, a la Comisión toda, al plantel. La Lepra ganó 1-0, se aseguró mantenerse en la punta, y dejó un incendio en Racing.

La Academia, después del baile sufrido en La Boca, levantó la cara. Desde el primer tiempo evidenció un cambio de la actitud: con un mediocampo más numeroso y combativo, no dejó tocar preciso a Newell’s, que tuvo más la pelota pero careció de profundidad más allá de las subidas de Casco por izquierda. La Academia tuvo las más claras de la primera parte: De Paul metió dos tiros en los postes. Sí, mala suerte, como la que hizo que Viola se lesionara con apenas tres minutos de juego…

El ST también tuvo a Racing como protagonista en el inicio. De Paul y Villar tuvieron dos chances, más otra de Pelletieri de pelota parada. Pero la Academia dejó con vida a Newell’s y el vigente campeón sacó sus armas: tocó por las bandas, fue adelantando líneas, copó el campo del rival. Y cuando el partido moría sin que la Lepra lograra acercarse a Saja, Maxi Rodríguez dibujó su golazo para desnivelar el partido.

Con la victoria, Ñuls vuelve a Rosario manteniendo la punta pase lo que pase en el resto de la fecha. La Lepra igual sabe que tendrá que corregir errores: le crearon muchas situaciones y careció de picante en ofensiva. Racing, en la punta opuesta de la tabla, mejoró. Pero qué le importa a su gente: el equipo va último, no ganó en el torneo y entre los dirigentes se pelean con el club en llamas. “Que se vayan todos”, fue el grito de guerra del final. El grito del Maxi estallido.

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