Volvió un campeón del mundo al fútbol argentino: Ángel Di María fue presentado este lunes como nuevo refuerzo de Rosario Central y hubo varios momentos de profunda emoción. Uno de ellos fue cuando Fideo y su familia pisaron el césped del Gigante de Arroyito.
Ni bien entraron a la cancha, Di María y su esposa, Jorgelina Cardoso, se pusieron a llorar y se dieron un sentido abrazo.
“Él está feliz, estamos todos muy felices. Esto es un trabajo en equipo. Él necesita apoyo. Para que nosotras estemos bien, él tiene que estar bien. Mi casa es un equipo”, dijo Jorgelina en ESPN, visiblemente conmovida por la situación.
Y agregó: “Soy enferma de Central, de muy chiquita. Central es la pasión, tanto para lo malo como para lo bueno”.
“Este club es excelente, lo que vibra esta cancha cuando sale Central, no hay otra igual”, destacó.
Mía y Pía, las hijas de Fideo, se robaron las miradas unos minutos más tarde cuando empezaron a jugar a la pelota dentro de la cancha y demostraron todo su talento.
