Desde hace más de tres décadas, Maximiliano “Machi” Sánchez, un joven con síndrome de Down, forma parte activa del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Comodoro. Su historia es un ejemplo de inclusión, compromiso y cariño hacia una institución que hoy lo reconoce como un símbolo.
La conexión de Machi con el cuartel comenzó en su infancia, poco después de que su familia se mudara desde Rosario a Comodoro. Desde entonces, visitaba con frecuencia las instalaciones y se fue integrando paulatinamente a la vida del cuerpo bomberil. “Al principio le temía al sonido estridente de la sirena, pero con el tiempo se fue acostumbrando”, contó Felipe Di Marco, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Comodoro.
Hace poco más de un año, Machi fue oficialmente reconocido como el primer Bombero Voluntario Honorífico del país, un título pionero que emocionó y generó felicitaciones de cuerpos de bomberos de todo el interior de la Argentina. “Nunca se les había ocurrido, pero nosotros fuimos los primeros en dar este reconocimiento”, destacó Di Marco con orgullo en diálogo Del Mar.

La labor de Machi dentro del cuartel es fundamental: desde lavar los camiones hasta cebar mates y acompañar a sus compañeros durante las guardias. Por razones de seguridad, no participa en los operativos frente a incendios, pero su presencia es vital para el espíritu del equipo. A su lado también colabora “Beto”, un joven no vidente que hace nueve años atiende llamados y ayuda con la logística diaria de la institución.
“Su presencia es esencial. Si no está Machi, siempre preguntamos por él. Son parte de nuestra familia bomberil”, concluyó Di Marco.
La Federación Chubutense de Bomberos Voluntarios destacó que en Comodoro “la inclusión real se construye con acciones y compromiso”. Esta filosofía no solo ha fortalecido al cuartel, sino que se ha convertido en un ejemplo para el resto del país, demostrando que abrir las puertas también abre el corazón de una institución.
