El camionero no cuenta con gremios clave como los de transporte público. La CGT de Caló prepara su plan para atenuar el impacto del Impuesto a las Ganancias.
Según publica el portal infonews, el impacto del Impuesto a las Ganancias en los asalariados fue el tema que hegemonizó la agenda sindical de este año y el que llevó a la CGT que conduce Hugo Moyano a convocar junto a otras organizaciones a un paro nacional para el próximo 20 de noviembre. Ni siquiera el anuncio presidencial de exceptuar el pago del gravamen en la segunda cuota del aguinaldo para los trabajadores que cobren menos de 25 mil pesos modificó la decisión del dirigente caminero.
En contraposición, para la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, la decisión oficial resultó un bálsamo ya que no sólo se evitó una poda importante en los ingresos de fin de año, sino que además obtuvieron el compromiso de la propia Cristina Fernández de discutir una modificación del impuesto para el próximo año. Conocido el anuncio, queda ahora vislumbrar el alcance que puede tener la medida de fuerza lanzada por el moyanismo y sus aliados.
Para el paro del martes, Moyano cuenta con el apoyo de la CTA que conduce Pablo Michelli, la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, la Corriente Clasista y Combativa, el movimiento Barrios de Pie y la patronal Federación Agraria. Sin embargo, el gran déficit del camionero para llevar adelante una acción de este tipo es que prácticamente en su central no cuenta con los gremios vinculados al transporte público, que son los que pueden garantizar el éxito de un cese de actividades a nivel nacional.
La paralización del transporte aéreo está asegurada a través del gremio de los pilotos que comanda el moyanista Jorge Pérez Tamayo y el barrionuevista Ricardo Cirelli de los técnicos aeronáuticos. Pero el panorama se vuelve más complicado en el transporte de pasajeros. Tanto la UTA como los gremios ferroviarios se encuentran dentro de la CGT de Caló.
Moyano cuenta al menos con el acompañamiento del dirigente ferroviario Rubén Pollo Sobrero, quien anunció que el paro en la línea Sarmiento será total. Al no contar con las estructuras de estos gremios, el moyanismo apuesta a que los delegados de base se rebelen de sus jefes sindicales, sobre todo en lo que tiene que ver con los colectiveros. Sin embargo, en la reunión que mantuvo Cristina con un puñado de dirigentes de la CGT reconocida por el Gobierno, éstos les aseguraron que el normal funcionamiento de los servicios de transporte estará garantizado.
