“Así gané y perdí un millón de dólares”, es un éxito. Ya en marzo de este año se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, consagrándose en ese evento mundial como segundo en ventas por llevar hasta el momento vendidos más de 5.000 ejemplares, y se decidió la nueva impresión.
José Argentino Perruccio nació en Bahía Blanca pero vivió y vive desde hace muchos años en Comodoro, donde fue un reconocido y próspero empresario del rubro mueblería (por 30 años). Hijo de inmigrantes, en su infancia jugaba con un amigo a que tenía varias empresas y miles de trabajadores, con el objetivo de llegar a los 50 años y dejar las compañías en manos de los empleados, para retirarse a vivir el resto de sus días haciendo lo que le plazca.
Su compañeró de juegos fallece a los 8 años y le realiza una promesa, sobre esa “fantasía” de niños y las ansias de hacerla “realidad” una vez “grande”. Pero a los 50 años y 9 meses (hace 10 años), se le aparece una madrugada aquel amigo, en un sueño recriminándole haber continuado con la empresa, tras lo cual por la mañana anuncia a sus empleados que el 31 de diciembre de ese año se terminaba “José Muebles” (su negocio) y que si deseaban les dejaba en sus manos la firma, con determinadas condiciones para cumplir ambas partes.
Hoy cuenta Perruccio en este libro, de su propia editorial: “Ediciones Joselín”, mucho de ello, su rica historia que nos invita a conocer.
El primer dólar del millón
El libro se puede encontrar en la Librería Morón de Trelew, por ejemplo, pero también en kioscos revisteros de todos los aeropuertos del país, y se está gestionando su difusión en México, Chile, Colombia, entre otros. Con el ejemplar se obsequia el primer dolar del millón aludido, y también en la última página un número con el cual se podrá participar del sorteo de un auto cero kilómetro, para el Gordo de Navidad de este año, por Lotería Nacional.
Cualquiera lo puede lograr
Perruccio reconoce que el título del libro “es fuerte, pero no tiene desperdicio el contenido” y cuenta a El Chubut a grandes rasgos de su vida, que “yo era de Bahía Blanca y pensé que tenía que ir a otro lugar del mundo para poder triunfar. Aposté a quedarme en mi país, entré a viajar, a hacer negocios de la nada, porque arranqué con un Ford modelo 36 de prestado”.
Entonces, continúa: “me radiqué en Comodoro Rivadavia y me casé, y por las dudas, ante la desaparición física o la separación de la familia, para que no le cuenten quién era su padre, comencé a escribirle a mi hijo quién era yo. Comencé desde mi niñez a contarle, hasta la fecha”.
El mensaje es que cualquier persona puede lograr el millón de dólares, dice, “llevará a perder cosas importantes -asegura- pero con sacrificio, dedicación y esfuerzo, se puede lograr”, y admite que “yo cuento cómo pierdo, pero pierdo de ganar, porque yo soy amigo de los amigos…”. José Argentino fue conocido a nivel nacional por ser el comprador de una coupé de Susana Giménez, fue dueño de una fábrica de colchones y almohadas, y tiene un club de boxeo (La Fábrica) en la actualidad -de alto rendimiento físico- entre otros tantos emprendimientos personales.
