Mientras el Tesoro continúa vendiendo dólares para contener la cotización oficial, el Gobierno apuesta a un cambio de escenario después de las elecciones legislativas del 26 de octubre, con una posible recuperación en la demanda de pesos y una mejora en la confianza del mercado.
En los primeros días de octubre, el Tesoro ya vendió alrededor de USD 2.000 millones para evitar una mayor presión sobre el tipo de cambio. Esa intervención redujo la cantidad de pesos en circulación y, como consecuencia, impulsó una suba de las tasas de interés. En medio de la incertidumbre electoral, los inversores se volcaron masivamente a la compra de divisas, en un proceso de dolarización preventiva que el Ejecutivo considera transitorio.
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, explicó el fenómeno al disertar en la Cámara de Comercio e Industria Francesa:
“En cualquier país con incertidumbre electoral, la gente aumenta su liquidez y vende activos. En Argentina, sucede lo contrario: se reducen las tenencias en efectivo para comprar dólares”.
Werning se mostró optimista respecto al escenario postelectoral:
“Una vez pasado el proceso electoral y con una mayor presencia legislativa del Gobierno, no tenemos dudas de que la situación se normalizará. Hemos hecho un trabajo importante para estabilizar las variables financieras y eso ya está dando frutos, más allá de la actual turbulencia”.
En los mercados, sin embargo, predomina una actitud cautelosa. “El mercado está muy pesimista con las elecciones. Un resultado razonable para el Gobierno podría tener un impacto positivo”, señaló un operador de bonos locales.
Los analistas coinciden en que un repunte de la demanda de pesos dependerá de un resultado electoral que mejore las expectativas y permita al Ejecutivo consolidar su poder político en el Congreso, garantizando la continuidad del superávit fiscal y la aprobación de reformas clave.
En el escenario más optimista, el Tesoro podría pasar a comprar dólares, el tipo de cambio bajaría y las tasas comenzarían a descender, reactivando el proceso de desinflación y el repunte económico.
Otro factor determinante será el apoyo del Tesoro de Estados Unidos, con quien el ministro de Economía, Luis Caputo, continúa negociando en Washington. Ese respaldo buscaría mejorar la paridad de los bonos argentinos, reducir el riesgo país y permitir que Argentina recupere el acceso al financiamiento internacional para el primer trimestre de 2026.
Mientras tanto, los mercados financieros mostraron una leve recuperación en las últimas horas: los bonos y acciones argentinas que cotizan en Wall Street cerraron al alza, impulsados por los rumores de un inminente anuncio sobre el paquete de asistencia estadounidense.
La gran incógnita, según los operadores, es si los detalles del acuerdo se darán a conocer antes o después del regreso del presidente Javier Milei al país, en medio de la presión cambiaria y la expectativa por un eventual giro en la política económica tras los comicios.
