El intenso frío que azota a Comodoro en los últimos días agravó la situación de quienes viven en la calle, generando una demanda inédita en los albergues de la ciudad.
Ariel Sortaro, responsable de Casa Esperanza, contó que, aunque el cupo oficial es para 14 personas, actualmente albergan entre 17 y 23 cada noche. “Se acercan, más que nada, porque van conociendo el lugar por el boca en boca. La mayoría de la gente de la calle no se entera por la difusión que se hace”, explicó.
Sortaro reveló que, antes de la ola polar, ya advertían el aumento de personas en situación de calle: “Relevamos la cantidad, más o menos, de personas que andaban deambulando y eran entre 40 y 50”. Según su testimonio, el hogar ofrece “una cama, un techo, un baño de agua caliente, una comida digna y un desayuno al otro día”, y, más allá del recambio de huéspedes, algunos valoran profundamente el refugio y cuidan su lugar.
El proyecto original del albergue estaba orientado a mujeres gestantes de alto riesgo, pero la urgencia social llevó a que abriera sus puertas a personas en situación de calle, la mayoría hombres, aunque también se albergan mujeres, dos jóvenes y una señora mayor.
Sortaro subrayó la complejidad social: “Hay personas que se han quedado en la calle porque no tienen trabajo. El poco trabajo que tienen son changas y, con ello, no pueden alquilar, menos pagar impuestos y vivir”.
Ante esta situación, Casa Esperanza solicita donaciones, especialmente camas (la base), frazadas, sábanas, toallas, ropa de abrigo y calzado. “En el albergue estamos a partir de las 20 horas, en Yrigoyen 975, frente a la guardia del hospital. Cualquier cosa que donen suma”, finalizó Sortaro.
Con información de Crónica
