En diálogo con FM La Petrolera, Alejandra Carrasco, destacó la importancia de esta colecta solidaria. “Estamos necesitando sillas, aproximadamente 60, porque tenemos mesas y tablones, pero no la cantidad suficiente de sillas para todos los chicos que vienen cada tarde a la merienda”, explicó. Además, señaló que también están buscando la donación de un termotanque para mejorar las condiciones del lugar.
Un merendero que funciona todo el año
Desde el lunes pasado, el merendero reanudó sus actividades y, como cada año, recibe a unos 50 niños del barrio que, después de entrenar, disfrutan de una merienda caliente. Para garantizar este servicio, los organizadores piden la colaboración de la comunidad con alimentos básicos, como leche, azúcar, harina, grasa, levadura y galletitas.
“Las mamás del barrio cocinan con mucho amor y creatividad. Preparan pizzas, tortas fritas, pan casero, lo que puedan con lo que tenemos. Todo lo que puedan donar es bienvenido”, expresó Carrasco en la entrevista con FM La Petrolera.
El fútbol como motor de contención
El club no solo es un espacio de alimentación, sino también un punto de encuentro para la práctica del fútbol, el deporte más popular entre los niños del barrio. “Sueñan con una canchita de césped sintético, pero por ahora seguimos entrenando como se puede, al lado del mar, con viento y frío, pero siempre con ganas”, relató Carrasco.
Las actividades del merendero se desarrollan todas las tardes a partir de las 17:00, y quienes deseen colaborar con donaciones pueden acercarse en ese horario o coordinar la entrega a través del número 2974-303-102.
Un pedido a la comunidad: “De a poquito, podemos lograrlo”
Con el compromiso de siempre, desde el club confían en la solidaridad de Comodoro Rivadavia para alcanzar sus objetivos. “Sabemos que son muchas sillas, pero siempre decimos que de a una, de a poquito, podemos lograrlo”, afirmó Carrasco.
A lo largo de los años, el Club y Merendero Stella Maris ha sido un refugio para cientos de niños del barrio, brindándoles no solo un plato de comida, sino también un lugar de pertenencia y sueños. Ahora, esperan que la comunidad los acompañe una vez más en este desafío.
