Dólar, inflación, reservas, tasas y riesgo país: lo que deja el 2025 en cinco variables clave

La economía argentina cerró 2025 con avances parciales y contrastes en sus principales indicadores financieros, en un contexto de volatilidad y redefinición de prioridades. La acumulación de reservas aparece como la gran deuda

martes 30/12/2025 - 7:50
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El recorrido de las variables clave —dólarinflaciónreservasriesgo país y tasas en pesos— reflejó tensiones propias y externas, así como el impacto de la política monetaria y cambiaria sobre la vida cotidiana y las estrategias de inversión. Los testimonios de analistas y la información oficial permiten trazar un panorama donde conviven oportunidades selectivas y rezagos estructurales.

El dólar: estabilidad relativa y brecha acotada

El dólar mantuvo una trayectoria de moderación a lo largo del año, con variaciones anuales de 41,2% para el mayorista y 40,1% para el oficial -que comparan con un 30% de expectativa de inflación-, mientras que los dólares financieros (MEP y CCL) avanzaron 26,8% y 28,7% respectivamente. Según el informe de GMA Capital, la clave estuvo en la combinación de un crawl de 1% mensual en el primer semestre y la implementación de una banda de flotación tras el levantamiento del cepo. Esta estrategia funcionó como ancla para los precios y acotó la brecha cambiaria. “La relativa estabilidad cambiaria permitió que los retornos en dólares de ciertos instrumentos, como los bonos Dollar Linked, alcanzaran el 24,6%”, detalló GMA Capital. El mercado local, atravesado por la volatilidad preelectoral y el desarme de instrumentos financieros, exigió selectividad y timing para capturar los mejores rendimientos en moneda dura.

Inflación: fuerte desaceleración y nuevos desafíos para 2026

La inflación registró en 2025 una fuerte desaceleración frente a los años previos, aunque las expectativas a futuro son cautas. Rocío Bisang, de GMA Capital, sostuvo: “De cara a 2026, creo que continuar con la baja de la inflación va a ser un desafío”. La economista remarcó que durante 2024 y 2025 la prioridad oficial fue “el reordenamiento de precios relativos y la baja de la inflación, objetivo que logró con bastante éxito”, aunque advirtió que ese avance se consiguió “a costa de atraso cambiario (aunque tendió a corregirse en la segunda mitad del año) y una menor acumulación de reservas”.

Según Bisang, los anuncios recientes del Gobierno anticipan un cambio de prioridades en el esquema macroeconómico: “Los anuncios de las últimas semanas, en los que el gobierno planteó el objetivo de fortalecer las reservas con compras por USD 10.000 millones, dejan en claro un cambio de prioridades en el modelo”. Para la economista, la dinámica de precios en los próximos meses dependerá de varios factores: “En ese sentido cómo siga la inflación va a depender de la capacidad de mantener las expectativas ancladas, de acumular reservas y de la credibilidad el esquema”.

Para el año próximo, el foco oficial se desplazará hacia la acumulación de reservas, un giro respecto a los dos años anteriores: “Durante el 2024 y el 2025 la prioridad del gobierno fue el reordenamiento de precios relativos y la baja de la inflación… Los anuncios de las últimas semanas dejan en claro un cambio de prioridades en el modelo”. Así, la trayectoria de la inflación en 2026 quedará atada a la consistencia de la política económica para sostener la confianza y evitar presiones sobre el mercado cambiario y los precios.

Reservas: una persistente debilidad estructural

Las reservas internacionales cerraron el año con una mejora en la posición neta, aunque lejos de los objetivos acordados con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sebastián Menescaldi, economista de EcoGo, explicó a Infobae: “No ha logrado mejorar la posición de reservas más allá de los préstamos que ha conseguido de corto plazo o el préstamo con el fondo. Eso es lo que falta mostrar, que se puede consolidar el modelo y eso se expresa en la cantidad de reservas que tenés”. Al 26 de diciembre, las reservas brutas alcanzaron los 43.610 millones de dólares, mientras que las netas quedaron en -2.304 millones, mejorando desde los -10.538 millones de un año atrás. “El gap con la meta acordada con el FMI todavía está lejos: faltan 11.774 millones para alcanzar la meta de diciembre”, precisó Menescaldi. El BCRA anunció como meta para 2026 la compra de 10.000 millones de dólares en reservas líquidas, apostando a revertir esta debilidad estructural mediante el abastecimiento de dinero y la remonetización genuina de la economía.

Riesgo país: rally post electoral y un piso por romper

La dinámica del riesgo país reflejó la sensibilidad de los activos argentinos a los eventos políticos y de liquidez. El índice EMBI+ cerró el año en 571 puntos básicos, tras haber superado los 1.400 puntos en el pico de volatilidad electoral. Según IOL Inversiones, “la deuda soberana argentina hard-dollar logró cerrar el año con ganancias extraordinarias, superando la volatilidad idiosincrática del tercer trimestre”. Los Globales y Bonares finalizaron con retornos en dólares del 16,7% y 25,0% respectivamente, superando al promedio de países emergentes (+14,0%) y a los títulos de alto rendimiento de Estados Unidos. El triunfo del oficialismo revirtió el sell-off electoral y permitió una compresión de spreads a mínimos recientes, aunque la confianza de los inversores sigue condicionada por la evolución política y la capacidad de cumplir los compromisos externos.

El próximo vencimiento de deuda, el 9 de enero, con sus más de USD 4.200 millones por pagar a acreedores públicos y privados puede definir, con su manejo, la continuidad del indicador y el regreso a un costo financiero soberano que permita refinanciar deuda en lugar de pagar cada vencimiento con reservas internacionales.

Tasas en pesos: hacia la normalización tras el salto preelectoral

El mercado de tasas en pesos atravesó episodios de alta volatilidad, especialmente tras el desarme de las LeFis. La tasa BADLAR, referencia para depósitos mayoristas, arrancó el año por encima del 35% TNA y fue descendiendo a lo largo de los meses, con picos puntuales en torno al 70% durante los momentos de mayor stress financiero. La TAMAR, asociada a los plazos fijos mayoristas, acompañó la tendencia, oscilando entre 34% y 80% TNA en los tramos más críticos del año. El informe de GMA Capital remarcó que “las tasas reales treparon al 40% anual y bonos en pesos se erosionaron”, aunque el carry trade —estrategia de invertir en pesos y pasarse a dólares— arrojó un rendimiento del 10,3% medido en CCL. El BCRA eliminó la tasa de referencia para 2026 y pasará a un esquema de tasas endógenas, ajustadas por el mercado, apostando a que la intermediación financiera y el crédito acompañen la recuperación de la demanda de dinero.

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