Luego de cerrar mayo con un aumento mensual del 1,5% y un salto acumulado del 10,2% desde la implementación del sistema cambiario de bandas, el dólar mayorista terminó el mes en $1.188. En paralelo, el dólar blue mostró una leve baja y cerró en $1.180, generando una brecha negativa entre ambas cotizaciones por segundo día consecutivo.
Los analistas de la city porteña coinciden en que junio será un mes clave por diversos factores que incidirán en el comportamiento de la divisa, como la estacionalidad de los pagos de aguinaldos, las vacaciones de invierno, y la última etapa de liquidaciones del agro con rebaja de retenciones.
“La primera quincena de junio suele mostrar baja presión sobre el dólar porque hay demanda de pesos para pagar sueldos, gratificaciones y aguinaldos”, explicó Gustavo Quintana, operador de PR Cambios. “Pero hacia fin de mes, la tendencia se invierte: hay mayor demanda de divisas por turismo y ahorro”, agregó.
El economista Federico Glustein señaló que otro factor relevante fue la tasa de corte del Bonte, que se ubicó en 29,5%, lo que generó movimientos de pesos que buscarán destino en activos dolarizados. “Esto empuja al alza la cotización, pero puede moderarse con las últimas liquidaciones del agro antes del retorno de las retenciones”, sostuvo.
En tanto, Gustavo Ber anticipó una etapa de calma cambiaria relativa: “El dólar debería moverse entre $1.100 y $1.200, con una posible aceleración de la oferta privada si continúan señales de desinflación”.
Proyecciones para junio
Para los próximos días, Glustein proyecta que el dólar podría ubicarse temporalmente entre los $1.220 y $1.230, para luego retroceder y situarse entre los $1.160 y $1.180. La clave estará en el comportamiento de la demanda privada y las estrategias del Gobierno para acumular reservas sin forzar la intervención directa.
Mientras tanto, los financieros se mantienen cerca de los $1.200, y el mercado sigue con atención el pulso inflacionario y las señales del BCRA respecto a su política de flotación con bandas.
