Mientras el gobierno de Javier Milei intenta recomponer su relación con los gobernadores tras el traspié en las elecciones legislativas bonaerenses, un grupo de mandatarios provinciales avanza en la construcción de un espacio político propio. Provincias Unidas, como se denomina la alianza, tendrá este viernes una cumbre en la Sociedad Rural de Río Cuarto que promete ser un gesto de diferenciación tanto hacia la Casa Rosada como hacia el kirchnerismo.
En la mesa estarán los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). El chubutense Ignacio “Nacho” Torres no podrá asistir “por cuestiones de agenda”, aunque enviará un mensaje grabado para marcar presencia.
“Lo de este viernes es un gesto político. Se plantan los gobernadores”, explicó a TN uno de los armadores del frente. Y fue más allá: “Se va a armar un espacio nacional, hay terreno para hacerlo”.
La señal llega en un contexto complejo. El encuentro se realiza apenas un día después de que Milei vetara la ley que ordenaba el reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) entre las provincias, una iniciativa que había sido motorizada justamente por los mandatarios. En paralelo, los gobernadores buscan instalar un mensaje de “ni K ni libertario”, con el objetivo de presentarse como alternativa en un escenario marcado por la polarización.
“No hay afinidad con Kicillof. Hay diálogo institucional, pero la salida no es por ahí”, señalaron en el entorno de los mandatarios. La estrategia apunta a capitalizar lo que describen como “errores del Gobierno” y a poner en valor sus propias credenciales de gestión.
De cara a las elecciones de octubre, en Provincias Unidas esperan mejorar la performance que obtuvieron en la provincia de Buenos Aires bajo la marca “Somos Buenos Aires”, cuando apenas superaron el 5%. Confían en que la nacional les permitirá crecer, especialmente en Córdoba y Santa Fe, dos distritos con fuerte caudal de votos. “Ahora tenemos que ver si llegamos a 10 puntos nacionales con lo que tenemos”, deslizó uno de los armadores.
Los más optimistas creen que el espacio puede acercarse a esa cifra si logran atraer a los electores desencantados y a quienes se abstuvieron en la primera vuelta. “Después de las elecciones se van a sumar más gobernadores. Hay diálogo con varios mandatarios y se reflejaría en el próximo Congreso”, anticiparon.
El diseño incluye un plan de mediano y largo plazo. “El armado de un bloque homogeneizado es el segundo objetivo”, explicaron fuentes del espacio, al tiempo que proyectan sumar legisladores propios e incluso incorporar a otros que lleguen por fuerzas provinciales. La apuesta final es clara: robustecer la estructura de Provincias Unidas de cara a 2027.
El exgobernador cordobés Juan Schiaretti, referente clave de este armado, ya empezó a reforzar la construcción en Buenos Aires, consciente de que allí está el gran desafío electoral. Con eje en la producción, el trabajo y el federalismo, los gobernadores buscarán enviar este viernes un mensaje de cohesión y ambición política.
