Para Proyecto Sur, Galuccio solo apuesta al desarrollo de las energias no convencionales a un inmenso costo ambiental en el cual muchos países en el mundo lo han prohibido expilicitamente. Chubut no es la excepción bajo el amparo impune del Marco Regulatorio..En una misiva firmada por esa agrupación política, se señala que la década del 90 marca el “inicio del fin” en materia energética. Las privatizaciones de Menem, aplaudidas y apoyadas por muchos gobiernos provinciales como los de Chubut y Santa Cruz, tuvieron en la pérdida del autoabastecimiento de hidrocarburos, su consecuencia lógica. Y esto sólo se explica porque las políticas neoliberales del menemato, se mantuvieron y profundizaron con la Alianza y con el Kirchnerismo.
En este marco, desde Proyecto Sur entienden que el plan de Galuccio en la parcialmente recuperada YPF, es uno solo: se apuesta todo a los “recursos no convencionales”. Es decir, que Galuccio no tiene un “Plan B”. La única esperanza de este gobierno para recuperar la soberanía energética, es que los capitales extranjeros inviertan en la extracción de “shale gas” y “shale oil”. ¿Pero a costa de qué?
Los métodos utilizados en “fracking” o “fractura hidráulica” para extraer gas no convencional, son totalmente nocivos para la vida y el medio ambiente, por lo que está prohibido en Europa y muchos lugares de EEUU.
Se perfora verticalmente a más de 2.000 metros, o sea donde están las napas más puras de agua, hasta llegar a la roca que contiene el gas, y después se perfora varios kilómetros en horizontal u oblicuo (perforación dirigida). Entonces se inyecta un fluido, a base de agua, arena y una serie de aditivos químicos, a gran presión. Esto hace que la roca se fracture y el gas se libere y ascienda a la superficie a través del pozo. El proceso se repite a lo largo de la veta de roca rica en gas. Estas explosiones en el subsuelo, pueden provocar pequeños sismos, como se ha reconocido en el Reino Unido.
La fractura hidráulica utiliza entre 4 y 20 millones de litros de agua por pozo, cifra que puede duplicarse si se reinyecta para estimular la perforación. Y el agua que “regresa”, se deposita en piletones o vuelve a la tierra a pozos en desuso, obviamente con todos sus componentes contaminantes.
Los químicos que se inyectan en las perforaciones son más de 500, aunque las empresas no declaran cuáles son. Por cada pozo se emplean más de 4.000 toneladas de químicos. Y a todo esto se agrega el movimiento en las rutas, de los camiones que transportan estos productos tóxicos, con los riesgos que esto implica.
El riesgo de contaminación no se circunscribe a las napas subterráneas, sino que las filtraciones pueden llegar hasta la superficie (como sucedió en 6 estados de EEUU), por lo que el aire, los ríos y los lagos tienen grandes chances de sufrir dicha contaminación, que no sólo sería de estos químicos agregados, agentes cancerígenos, sino del mismo gas que emana y de diferentes componentes propios del terreno. En suma: el agua, el aire y la tierra quedarían impregnadas de gas, metales pesados, radioactivos y cientos de químicos. Si no es seguro para las fuentes de agua de nueva York, ¿por qué debería ser seguro para las de Chubut y el resto del mundo?.
No existen en el país normas específicas para la extracción de energía no convencional. Y si con esta legislación actual, abundan los casos de contaminación y fallas de las instalaciones, ¿qué garantías se le puede ofrecer a la población? Si ante los constantes problemas de contaminación en la zona (Caleta Córdova, Las Heras, Koluel Kaike) no se encuentran respuestas efectivas desde este mismo Estado, ya sea en prevención como en mitigación, ¿por qué habría que confiar en que lo harán con esta nueva técnica?.
En este sentido, el reciente proyecto de ley presentado en la Camara de Diputados por el referente de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas va en la dirección equilibrada del rol que debe tener el estado en la regulación y prohibición del desarrollo de este tipo de técnicas extrativas que causasn terribles extragos en nuestro ecosistema.
Chubut no queda al margen del Fracking
En Chubut, el Marco Regulatorio que impulsa el gobierno de Martín Buzzi, además de impulsar la megaminería en toda la provincia, como lo venimos sosteniendo desde Proyecto Sur desde el inicio de esta gestión, deja la puerta abierta para el desarrollo de la producción petrolera y gasífera “no convencional”. O sea, que Buzzi tampoco tiene un “Plan B”. Se sigue “jugando un pleno” a la extracción de recursos no renovables, le sigue dando la espalda al mar y al resto de las actividades genuinas y sustentables, además de no plantearse en ningún momento el desarrollo de energías limpias, renovables, que contribuyan a mejorarle la vida a la población que lo eligió y también a cambiar la matriz energética nacional. NO, al Gobierno Nacional y al Provincial NO le interesan ni el agua ni la vida. Las decisiones sobre los recursos en Argentina (y en Chubut) las siguen tomando los capitales. Hasta que los pueblos y los trabajadores no participen en la elección del camino a seguir, la energía no será un Bien Social. Y mientras tanto, nos seguiremos contaminando y enfermando…
Hace algunas semanas, se informó acerca de “indicios favorables” de existencia de recursos no convencionales en cercanías de Río Mayo. Con la contaminación de la cuenca hídrica del Río Senguer, las poblaciones de Río Mayo, Facundo, Senguer, Sarmiento, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia se quedarán sin agua potable.
Si los ciudadanos tenemos dudas sobre una actividad que puede afectar nuestra salud (o lo que es peor, la salud de nuestros hijos), entonces, ¿no es necesario que nuestros gobernantes se informen y NOS informen sobre los riesgos que se corren? Para Proyecto Sur Es preciso que NO se autorice ninguna actividad, hasta tener total certeza de que el agua no corre riesgo de contaminarse.
Estos pozos no deben brindar seguridad por algunos años: DEBEN BRINDAR SEGURIDAD POR EL RESTO DE SU HISTORIA. Estamos hablando, entonces, de la salud, de la vida. ¿Somos capaces de hipotecar, de vender, de comprar la muerte de nuestros propios hijos y nietos? Quienes piensen que vale la pena arriesgarse, que miren a la cara a ellos, a sus hijos y nietos… y que se hagan cargo.
– El cielo es rosa – de Josh Fox, director de Gastland (23 min)
–Pedro Quintana, vecino de “El Tordillo”: Operadoras petroleras: contaminación, anomia y discriminación en el ámbito judicial
Proyecto Sur, Foro Ambiental y Social de la Patagonia (FASP) y Vecinos autoconvocados de Comodoro Rivadavia
