Por los claros motivos de la actividad económica y el golpe inflacionario, las mejoras que se habían dado volvieron a caer desde el cuarto mes de 2022. Por ende, las estadísticas difundidas por el INDEC mes a mes ya son desactualizadas.
Con la información precisa del economista Martín Rozada del Departamento de Economía de la Universidad Di Tella, donde se informó que la pobreza entre el período de noviembre a abril era del 35,1%, resulta ser que ahora tuvo un giro, cuando a fines de 2020 por la pandemia había trepado al 42,2%. Esto a pesar de que fue sostenida la generación de empleo hasta junio último, lo que no fue suficiente para compensar el recalentamiento de la inflación. El resultado: cada vez hay más trabajadores pobres.
La medición de Di Tella, acorde a lo publicado por Virginia Porcella en Infobae, señala que con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) con las proyecciones oficiales de la Canasta Básica Total (CBT), muestra que luego del mes de abril volvieron a incrementarse los niveles de pobreza, trepando al 36,2% entre diciembre y mayo, y al 37,1%, en lo que es el primer semestre de 2022. Un total de nueve décimas por debajo del último dato oficial del Indec de 37,3% para 2021.
Desde ese momento, con índices de precios al consumidor que se ubicaron holgadamente por encima de 6% en julio y agosto, la pobreza regresaría a cercano el 40%. “El nowcast estima una tasa de pobreza de 39,9% para el semestre marzo-agosto de 2022″, indica el informe elaborado por Rozada, detallando que la CBT promedio tomada de referencia para la región metropolitana en ese período estimó en $33.400 por adulto equivalente, lo que equivale aumento interanual de 58,5%, mientras que para el promedio del ingreso total familiar se proyectó un incremento interanual de 57,8%. “Con estos datos y la simulación de los microdatos de la EPH del segundo y tercer trimestres de 2022 se proyectó la tasa de pobreza”, detalló.
Estos datos coinciden con los presentados por el especialista en desigualdad y pobreza del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS), Leopoldo Tornarolli, que también ubica el punto de inflexión en el “semestre intermedio” de octubre a marzo de este año, con una tasa de pobreza estimada en 35,2% con un crecimiento en los meses posteriores.
“La situación del primer semestre es heterogénea, mi estimación es de 36,3% para ese período, los dos primeros meses venían relativamente bien. Recién en abril y mayo el aumento de la inflación frenó el crecimiento que venía fuerte del año pasado. En esos primeros meses, con una inflación relativamente más baja, se produjo una mejora”, explicó el economista que dirige el proyecto SEDLAC (SocioEconomic Database for Latin America and the Caribbean), que muestra todos los datos socioeconómicos de los países de Latinoamérica, incluidos los de pobreza, para el Banco Mundial.
“Eso deja dos períodos bien definidos. En el segundo trimestre empieza a impactar ya la inflación más acelerada en el ingreso de los hogares y vuelve a subir. Con una mirada de más largo plazo de la dinámica, podemos decir que la inflación del último trimestre del año pasado fue más baja que la del anterior y la pobreza en el primer trimestre del año se mantiene pero sí ya en el segundo trimestre del año es algunos puntos más alta”, amplió el experto, quien al igual que Rozada proyecta que en el trimestre que cierra esta semana, la tasa de inflación será aún más alta.
“No sabemos aún qué tan movidos serán los próximos meses pero se intuye que sin demasiados cambios, el promedio del segundo semestre volverá a arrojar una tasa más cercana al 40%”, afirmó. Es que en el panorama por venir del último trimestre del año, aun cuando ceda en algunos puntos el nivel de inflación, impactará el enfriamiento económico que ya empiezan a reflejar los datos oficiales y que podría incluso hacer mella en el nivel de empleo y, con ello, en los ingresos de los hogares.
