Los bahienses golearon e hicieron historia al ganarle por primera vez a Boca en el Carminatti: doblete de Pérez Guedes, otro de Vuletich y Rosales de figura. Los de Bianchi sufrieron con horrores en defensa y no hubo reacción.
“Estamos contentos por recibir a Boca. Y me tengo una fe tremenda hoy”. La frase le pertenece a Alfredo Dadga, presidente de Olimpo, en la previa al duelo por la quinta fecha del Inicial. Y el pope bahiense algo olfateó. Porque su equipo se aprovechó de un Xeneize tibio, repleto de errores en la marca y sin ideas, y le ganó por primera vez en la historia en el Carminatti (llevaba tres pardas y cinco derrotas). Pérez Guedes abrió el tablero bien temprano, con un poco de suerte y otro poco de perspicacia; Vuletich apareció bien de 9, y otra vez el de doble apellido metió la testa para el 3-0 final.
Y ojo, los bahienses no hicieron nada del otro mundo para lograr su primer triunfo en el torneo. Les alcanzó con aprovechar los errores del rival, capitalizarlos y contar con una pizca de suerte. Un rebote a los siete minutos de juego le quedó a Pérez Guedes y terminó en gol. Otro rebote, después de un remate de Ribair, se fue lejos, a ninguno de azul y amarillo. En el medio, casi aumenta Cerutti, pero apareció Trípodi, en lo mejor que hizo en su debut. No sólo fue mala la marca de la visita, sino también la poca reacción. Apostó a Sánchez Miño, pero los laterales del local fueron la salida rápida y entonces se jugó como quería Perazzo.
Boca fue sin su 10, lesionado, y otro con ese dorsal la rompió. Rosales se movió bien en la cancha chica y fue lo mejor del partido, con arranques, pases y precisión. Hasta le sirvió otro gol al ex Racing, sin arquero en el medio, y éste lo desperdició. ¿Cómo reaccionó Boca? Con pelotazos de Trípodi a los centrales rivales. Hubo sólo cinco minutos de locura bostera en la cancha (en la tribuna neutral se escuchó el “dale Bo”), entre los 8 y los 13’ del ST: remate de Blandi, un tiro en el palo de Sánchez Miño, con tapada de Champagne en el rebote, y un cabezazo de Giglioti. Ninguna terminó adentro.
A los 24’ Rosales metió el córner, se desvió en el primer palo y Vuletich apareció en el segundo. A los 35’ otra pelota parada, Furios puso la pelada y Pérez Guedes, también de testa, la mandó a guardar. Cuatro cabezazos en el área son dos goles… Y eso que Bianchi había puesto a Burdisso para frenar el juego aéreo… Es cierto que faltaron Riquelme y Gago, pero no se puede cambiar tanto de una semana a la otra, del triunfo sobre Vélez al golpe fuerte en Bahía. Algo así como ir del Olimpo al infierno.
