La Fiscalía Federal N° 1 dirigió la investigación, revelando que la banda adquiría ilegalmente los vehículos, los cuales luego sustraían en diversas regiones del país. Los delincuentes utilizaban estos autos para transportar estupefacientes y productos de contrabando.

En cuatro allanamientos realizados en Clorinda, se encontraron pruebas contundentes que confirmaron el modus operandi de la banda. Se incautaron cuatro camionetas Toyota Hilux, más de 56 millones de pesos argentinos, placas identificatorias, cédulas de identificación vehicular y otros elementos relacionados con la actividad delictiva.
Los miembros de la banda tenían roles específicos, y los conductores intercambiaban las patentes de los vehículos para evitar ser detectados al pasar por diferentes ciudades del país.

