Lo llevó a cinco sets pero no pudo contra Marin Cilic. El croata necesitó de tres horas y media para ganarle 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2 y que Croacia se quedara con 1-0 en la final de la Copa.
Ni el más fanático de Federico Delbonis soñaba con un partido así. Los fanáticos de Marin Cilic, tampoco. Porque el croata se quedó con el primer punto de la final de la Copa Davis pero debió pelearlo mucho más de lo que él mismo imaginaba y recién pudo cerrarlo en el quinto set. Delbo jugó uno de los mejores partidos de su vida pero no pudo. Fue 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2 para Croacia.
La estrategia pensada por el argentino, de “ser agresivo y no dejarle tomar la iniciativa”, tardó en aparecer. Sin mucho esfuerzo, Cilic se hizo fuerte en su saque en el arranque y aprovechó los errores no forzados de Delbo. Con devolver la pelota, parecía suficiente para el croata que cerró el primero por 6-3.
Pero tenía que llegar el momento de que se soltara Delbonis. Que su zurda empezara a lastimar, que incomodara un poco a ese animal del tenis que es Cilic. Y lo hizo, de tal modo que jugó dos games a un nivel por encima que el ranking que lo pone número 41. El 5-4 del argentino hizo reaccionar al croata. No falló más y cerró el set con tres games al hilo, por 7-5.
Delbonis estaba en partido y eso lo que incomodaba a un Cilic que debió empezar a forzar la máquina. Y cuando la inercia de estos partidos pinta para el candidato se quede con el tercer set sin dramas, salió a la cancha la mejor versión de Fede.
El tercero y el cuarto set se los va a llevar de recuerdo por siempre. Porque ya no fue el 41 del mundo contra el 6, fue un zurdo jugando con ángulos imposibles, cruzando el revés con fantasía y metiendo un porcentaje de primeros saques que desconcertó a Cilic. El croata, nervioso e impreciso, pedía aliento a la gente, buscaba por todos lados una explicación para entender qué estaba pasando.
El desafío de mantener esa agresividad, de sacarle la iniciativa a Cilic no era fácil. No fue fácil. El croata volvió a sus fuentes. Desde el saque trató de recuperar ese protagonismo que este Delbonis, al ritmo del “y pegue, Fede pegue” que bajaba desde las tribunas con Maradona a la cabeza, le había sacado.
No fue hazaña pero sí heroico lo de Delbonis. Llevó a 5 sets a un top ten que jugaba en su casa, en su superficie y con sus pelotas. Lo tuvo en juego tres horas y media. Cilic no se la llevó de arriba.
