Los asesores de campaña de Mario Das Neves le sugirieron que instale el tema de la droga en medio del proceso electoral y que identifique al jefe de gabinete nacional, Aníbal Fernández, como el demonio K que deja evolucionar el flagelo en las entrañas de la sociedad argentina.
Según pública el diario de Madryn ayer, el gobernador se hizo cargo de los consejos aportados por sus estrategas y asoció a los adolescentes y las adicciones con la violencia delictiva. Puso como ejemplo el asesinato de un vecino de Trelew, golpeado salvajemente por “jóvenes alienados por la droga”, tronó, al tiempo que acusó a Aníbal F. por no reconocer que la Argentina es ya un país de consumo.
El discurso estuvo perfilado, bien entonado y sin desbordes. Claro que al finalizar alguien de su entorno –dicen- lo sorprendió con una reflexión: “Me parece que en el imaginario social Duhalde está más asociado con la droga que Aníbal Fernández”, le advirtieron.
En verdad, señalan en los pasillos del Palacio, nadie reparó que Das Neves es el candidato a vicepresidente de una fórmula que encabeza Eduardo Duhalde, y que necesariamente tendrá que adaptarse al pensamiento y las relaciones del bañero de Lomas de Zamora.
Anoche, luego del mensaje sobre la droga, los dasnevistas que trabajan en el armado de la campaña rogaban que ningún medio nacional tomase la arenga, menos aún que se la comentasen al jefe de Gabinete. “Si Aníbal (Fernández) se entera se va a hacer un pic nic recordando la innumerables publicaciones, especulaciones, rumores y hasta denuncias que han señalado a Duhalde como un hombre supuestamente vinculado al narcotráfico”, se espantó un hombre del gobierno, al tiempo que recordó que “ese es el flanco débil de Duhalde; él mismo lo reconoce y hasta escribió un libro para despejar las sospechas”.
El libro que se titula “Es Hora de que Me Escuchen, El peligro de los narco-estados”, abarca todos los aspectos del tema drogas, desde el marco legal en Argentina, pasando por la tarea que llevará adelante en prevención específica e inespecífica y asistencia de personas afectadas por la enfermedad de la adicción, incluyendo temas como pobreza y drogas, la innecesaria condena al adicto, reducción de contacto y consumo, poniendo el acento en la incapacidad de la clase dirigente. Indica también que “el desinterés de los políticos por el tema de las drogas y el crimen organizado es, cuanto menos, una grave omisión irresponsable”. Como se ve el hombre conoce el tema.
Limpiar la imagen de Duhalde
Los ultra dasnevista que siempre encuentran una justificación para las acciones y hasta los gestos del Gobernador, se esperanzaron con la posibilidad de que el discurso del gobernador funcione como un lavarropas para limpiar la imagen de su coequiper, al menos en esta cuestión tan delicada y condicionante en términos electorales. Se trataría de convertir a Duhalde en un angelito, especuló un observador, añadiendo que para ello “Das Neves tendría que convertirse en mago”.
Este primer traspié reveló la falta de coordinación que tiene la campaña del Partido Unión Popular, esa fuerza mínima, vital y móvil que utiliza el duhaldismo para sus operaciones. Hay que reconocer que no tuvieron tiempo para unificar los discursos; luego del lanzamiento en el Hotel Sheraton no volvieron a reunirse y cada uno hace lo que puede o quiere. “Estamos cerrando el acuerdo con el PICh”, se ofendió un dasnevista cuando le señalaron esa deficiencia.
