Hace unos días a tras, el senador Marcelo Guinle recibió una llamada telefónica del ex gobernador Mario Das Neves. Por su puesto que no se repitió aquella comunicación de hace varios mese cuando un Das Neves irritado y nervioso lo obligaba al senador a trasladarse de Comodoro Rivadavia a Rawson para imponerle una serie de cosas si quería ser el candidato a gobernador.
(Corresponsal en Rawson) En ese caso la llamada fue muy armónica, con un Das Neves cuyo tono era irreconocido por el senador que le recordó aquellos contactos cuando el dirigente quería llegar a Fontana 50, en ese entonces todo era armonía y con mucho diálogo.
Das Neves le contó al senador que estaba siguiendo de cerca las cosas que pasan en la provincia, lo que le preocupa pero que sus merecidas vacaciones en una isla paradisíaca del Caribe lo habían hecho reflexionar y especialmente apaciguar su carácter fuerte que poco y nada le sirvió en su gobierno.
Muy moderado en sus concepciones sobre lo que observa del Gobierno Nacional hasta inclusive se refirió bien de Cristina como una mujer fuerte que está recibiendo varios cimbronazos del sector gremial.
Esta manera de querer recomponer los lazos ya sea con el gobierno provincial y el nacional reconfortó al senador Marcelo Guinle que le agradeció el llamado luego de tantos meses que no se comunicaba con él, especialmente después de lo que fueron aquellos encontronazos cuando Das Neves le exigía que abandone el bloque del FPV para que, junto a Graciela Agustina Di Perna, conformaran el bloque “Trabajo y Dignidad” que llevaría la impronta de él.
Guinle que cuenta con más experiencia que Das Neves en materia política fue cuando decidió romper con el ex gobernador y seguir trabajando en Nación junto a Cristina Fernández.
Nadie podía creer que Das Neves con una impronta tan derechista y un sesgo autoritario podía encabezar algún proyecto nacional, quizá, como dijo hace poco un alto funcionario provincial, ese proyecto de fantasías sólo podía existir en la cabeza de alguno de sus hijos… Y así le fue.
