En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, Romina contó que participaron de un encuentro con autoridades, aunque sin definiciones concretas: “La reunión de ayer fue más que nada para decirnos que habían venido a mirar el techo y para dar un presupuesto. Ahora hay que esperar si les dan una respuesta, si le dan el ok o no. Tenemos que esperar 10 días y, si no, van a seguir insistiendo.”
Mientras tanto, la familia continúa viviendo con un techo precario, sostenido por nylon colocado por los propios vecinos.
«Los mismos vecinos vinieron con taladro, con escaleras, pusieron el nylon. Nos salvó bastante, pero igual nos entró un montón de agua. El techo es de durlock, tuve que poner una olla porque entraba por todos lados”, indicó. En tanto, señaló que no recibió asistencia del municipio.
Durante el temporal, Romina estaba con su hija Nayara. El miedo fue tal que tuvieron que abandonar la vivienda esa misma noche. “Ese día fue desesperante por mi nena, porque estaba muy asustada. Parecía que se nos venía la casa abajo. Se me estaba abriendo la pared, se movía para todos lados. Cuando abrimos la puerta ya no había techo, estaba todo tirado en el palier. Agarramos algo de ropa y nos fuimos.”
Al día siguiente volvieron porque deben trabajar y porque temen dejar sus cosas sin resguardo.
En tanto, explicó que buscar otro lugar es complicado: “Te piden muchos requisitos y mucha plata. Yo trabajo en negro. Es estar pagando un alquiler para vivir así, poniendo la poca plata que gano en algo que no es mío.”
“Yo no estoy pidiendo plata ni comida. Quiero la posibilidad de pagar un terreno propio o materiales para construir algo mío, dejarle un techo a mi hija el día de mañana», indicó.
Aclaró además que nunca pidió donaciones en redes sociales: “Yo no hice ningún pedido. Creo que fue algún periodista que vino. Me llamaron de números desconocidos queriendo donar ropa, comida, me pedían alias, pero les dije que no. Mi hija tiene sus cosas, vive bien. Lo que quiero es la posibilidad de tener algo propio.”
Claudia, la madre de Romina, también habló y fue contundente: “Quiero agradecerle a los vecinos y a la policía comunitaria. Pero la municipalidad, nadie vino a golpearle la puerta.”
Y agregó: “Ella no está pidiendo comida. Está pidiendo una posibilidad para irse porque esto es un peligro. Ella trabaja, pero nadie vino a verla.”
Finalmente, comentó: “Los otros días para la política nos estaban buscando para que sea fiscal de mesa. Hoy no viene nadie a ver cómo está. No digo que mañana le den un terreno o una casa, pero que le den una mano.”
