Crece la versión de que el ciclo de Bianchi está cumplido

Desde el inicio de la pretemporada 2014, Boca no ha sumado victorias y parece repetirse la pésima campaña de 2013 en la que el conjunto de la Ribera desde la llegada de Carlos Bianchi redondeó…

lunes 27/01/2014 - 22:00
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Desde el inicio de la pretemporada 2014, Boca no ha sumado victorias y parece repetirse la pésima campaña de 2013 en la que el conjunto de la Ribera desde la llegada de Carlos Bianchi redondeó uno de las peores campañas de su historia.

A raíz de los malos resultados, la paciencia de la dirigencia se está agotando y crecen versiones acerca de que el ciclo del ‘Virrey’ estaría cumplido aunque aún no habrá consecuencias por ahora puesto que no empezó el torneo y se están jugando partidos veraniegos. Sin embargo, el bajo nivel futbolístico del conjunto xeneize condiciona al DT para el inicio del Torneo Final 2014.

En el inicio de la pretemporada 2014, los hinchas se ilusionaban con que Boca parecía haber dejado atrás la pésima campaña desde el retorno de Carlos Bianchi a la dirección técnica del conjunto ‘Xeneize’. Lo cierto es que el club de la ribera hasta ahora sigue repitiendo los errores en la defensa y el bajo nivel en muchos de sus jugadores además de las falencias en el funcionamiento colectivo.

La paciencia de la dirigencia se está agotando ya que la situación pone en riesgo a la presidencia de Daniel Angelici que piensa en su reelección. Claro que no habrá consecuencias sobre Bianchi por ahora, que se están jugando partidos de verano, pero a futuro la presión antes del inicio del próximo torneo es mayor.

A partir de la derrota con River Plate en el último superclásico, Boca todavía no ganó en el verano y la caída potenció los interrogantes de los hinchas y dirigentes. Boca vive días de frustración en todos los planos: en la comisión directiva, en el cuerpo técnico y en los jugadores. El domingo 26/01, el diario La Nación reveló que ese domingo fue un día cargado de rumores: que el entrenador iba a cambiar el esquema y varios nombres, que iba a acelerar el regreso de Juan Román Riquelme para el último clásico en Mendoza, que también le iba a reforzar el pedido al presidente Angelici para contratar el tercer refuerzo, posibilidad activada por la lesión de Joel Acosta. Si bien a Bianchi no le gustó perder, no piensa en cambios bruscos en el corto plazo. Sí aumenta la autoexigencia y pretende ganar o ganar en Mendoza. Así despejaría dudas, por eso el próximo choque será mirado muy de cerca.

El historial 2014 indica que perdió 1-0 con Estudiantes, empató 1-1 con River en Mar del Plata y perdió 2-0 con River en Córdoba.

Un allegado al entrenador afirmó, según el matutino, que mantendrá el sistema táctico 4-2-3-1, la nueva versión elegida para 2014; que no apurará el regreso de Riquelme, y que, este martes, no tiene en mente pedir ningún refuerzo adicional a los ya conseguidos con Hernán Grana y Juan Forlín. Incluso, en caso de evaluar una nueva incorporación, quizá no sea en la misma posición en que habitualmente juega Acosta, una especie de extremo o volante por la derecha.

El problema principal del 4-2-3-1 es que se necesitan dos volantes externos con un despliegue físico imponente para poder ayudar en la recuperación por las bandas y también alimentar al único punta, que en el caso del partido con River fue Gigliotti y quizás lo sea durante el Torneo Final porque no hay un reemplazante. El otro problema es que defensa no tiene salida, es débil y obliga a los volantes a retrasarse.

La derrota ante River le dejó un dolor de cabeza a Boca y, al mismo tiempo, la chance de que disipe esas preocupaciones el próximo sábado, en Mendoza. Bianchi pretende ajustar, pero no modificar demasiado. Y ganar.

«La actitud es más importante que el sistema», declaró el «Virrey» en 1994 en Vélez, la repitió en 1998 cuando llegó al «Xeneize» y volvió a usarla la semana pasada para explicar el nuevo planteo.

El malestar en la dirigencia se conoce desde fines de 2013 cuando el presidente Angelici había afirmado que “sin títulos es muy difícil renovar, aunque sea Bianchi”. En diálogo con el programa ’90 minutos’ que se emite por la señal de cable Fox Sports que a su vez había reproducido el portal Infobae, el presidente ‘xeneize’ había reconocido que “sabemos que es un ídolo y nos ha dado muchísimas alegrías, pero acá los que decidimos somos los dirigentes. Siempre decimos que el club está por encima de todos: dirigentes, jugadores y cuerpos técnicos” y aclaró que “le vamos a respetar los tres años de contrato”.

Con Riquelme, el capitán de Boca, pasa exactamente lo mismo que con BIanchi aunque su responsabilidad sería menor. El ‘10’ es considerado el jugador “de la gente”, a pesar de haber jugado apenas la mitad de los partidos que disputó Boca este 2013. A Román los directivos ‘xeneizes’ lo consideran un jugador caro que ya no hace la diferencia porque demuestra que no tiene continuidad y tampoco cumple el rol que se espera de él hacia los más jóvenes del plantel.

Este medio había informado que con la ratificación de Riquelme dentro del conjunto boquense, Carlos Bianchi ponía demasiadas expectativas en él, en un fútbol que cada vez menos admite jugadores que no corran para recuperar la pelota, algo que Boca está resignando y significa una ventaja para sus rivales. Especialmente porque nadie cubre esa tarea en Boca hoy para que lo haga por Román. El ‘Virrey’ corre ese riesgo y desde el Torneo Final 2013 no se avizora que esté encontrando compensar esa deficiencia excepto por Gago que empieza a tomar el rol del ’10’ cuando éste no está, pero Román no se caracteriza justamente por ser un «recuperador».

Encima el jugador habilidoso de Boca (Riquelme) y por quien pasa la pelota en cada ataque o jugada que debe terminar en el arco rival, ya no lo logra. Hoy Riquelme es alguna pelota parada que sí termina en gol, y algún pase largo, no mucho más. Es un jugador que no corre en recuperación y que ya -quizás también por una combinación de una cuestión de edad y problemas físicos- no es tan determinante en el ataque. Y Gago no está en su mejor nivel.

Por otra parte, desde la vuelta de Carlos Bianchi al club, el conjunto boquense hizo en el Torneo Final 2013 uno de las peores campañas de su historia. Y en este certamen siguió sin mostrar el rendimiento esperado por sus hinchas y dirigentes.

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