En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, Gutiérrez recordó que el área de internación fue inaugurada hace tres años y que se trata de una obra realizada por la empresa PAE. “Estamos muy agradecidos”, expresó, y señaló que el servicio viene funcionando desde 2019, con un crecimiento paulatino.
En ese sentido, remarcó que contar con una sala de internación propia mejoró significativamente la comodidad de los pacientes y sus familias, además de permitir el aislamiento respecto de la internación pediátrica general y del área infectológica.
Consultada sobre la procedencia de los pacientes, indicó que el servicio trabaja con niños de toda la provincia del Chubut y del norte de Santa Cruz. “Para el paciente el desarraigo es una carga muy grande, entonces la idea es que se puedan tratar acá”, explicó.
Asimismo, señaló que, en determinados momentos del tratamiento, algunos pacientes de Trelew y Puerto Madryn pueden regresar a sus ciudades, mientras que los niños de Comodoro no permanecen internados de manera continua, sino que alternan días de hospital con días en sus hogares.
Respecto a la ocupación actual, Gutiérrez detalló que tres habitaciones están ocupadas, junto con la sala de procedimientos y el hospital de día. Aclaró que la cantidad de internaciones es variable y que los tratamientos suelen extenderse entre ocho meses y un año, tras lo cual continúan los controles de manera ambulatoria.

Por su parte, Renata Dugo subrayó que el trabajo en equipo permite recibir pacientes de toda la provincia y del norte de Santa Cruz para realizar diagnósticos oportunos y brindar tratamientos adecuados. En relación a la demanda, explicó que no se trata de un aumento de casos, sino de una patología que antes no se atendía en la ciudad, lo que genera un número creciente de pacientes en seguimiento, ya que las altas son tardías y los controles se extienden entre cinco y siete años.
Aclaró además que, según las estadísticas nacionales, la cantidad de casos se encuentra dentro de los valores esperados para la población.
Al hacer un balance de estos años de trabajo, Dugo consideró que es positivo y remarcó la posibilidad de continuar ampliando la atención y asumir nuevos desafíos terapéuticos a medida que el equipo adquiere mayor experiencia y puede recibir pacientes de mayor complejidad.
Ambas profesionales coincidieron en destacar la importancia del trabajo interdisciplinario. Señalaron que, además de los médicos, el servicio cuenta con enfermeros, psicólogos, personal de kinesiología, voluntarios y pediatras, quienes cumplen un rol fundamental, especialmente en las guardias, donde se atienden las complicaciones clínicas que pueden presentar los pacientes.

Finalmente, al referirse a las proyecciones a futuro, indicaron que el objetivo es continuar creciendo, sumar más salas de oncología y avanzar en mejoras edilicias para todo el hospital: «Sí, estamos esperando el proyecto también que había de arreglar los dormis de los residentes, porque también eso, como dijo Renata, un pilar muy grande para nosotros es el servicio de pediatría».
«Sin el servicio de pediatría nosotros no podríamos trabajar y el bienestar de ellos también durante la guardia es muy importante. Entonces había un proyecto que estamos viendo si se puede llevar a cabo. Es mejorar toda la parte de los baños, los dormis y aumentar el número de habitaciones de los pacientes», concluyó.
