Leo Mayer se hizo gigante y derrotó 7-6 (5), 7-6 (1), 4-6 y 6-3 a Darcis, para darle la igualdad en la serie a Argentina. «Fue un día complicado, ahora vamos a ver qué pasa», explicó el correntino tras su gran triunfo.
Las emociones son eternas e inagotables en la raqueta de Leo Mayer. El Yacaré volvió a morder, esta vez en Bélgica, y le puso paridad a una serie que había arrancado torcida con la derrota de Delbonis frente a Goffin. No fue fácil pero el correntino supo imponerse en los momentos determinantes y estampó el 1-1 luego de vencer 7-6 (5), 7-6 (1), 4-6 y 6-3 a Steve Darcis.
Los dos primeros sets fueron de una paridad absoluta. Mayer se hizo muy fuerte con su servicio pero Darcis no daba el brazo a torcer. Eso llevó a que ambos se definieran en tie-break, donde el argentino jugó con el corazón y dominó los dos parciales. Ya en el tercero, el nuestro tuvo que regular y cedió el set (estaba 1-5, llegó a ponerse 4-5, pero no aguantó), para salir con todo al cuarto y último.
Quebró rápido en el epílogo, se puso 3-1 arriba y mantuvo la ventaja hasta el 6-3 final que lo coronó ganador. «Fue un día complicado, ahora vamos a ver qué pasa», destacó el Yaca, que alcanzó su octavo éxito consecutivo en Copa Davis. Otra vez, le entró perfecto el traje de héroe.
Había empezado abajo
David Goffin comenzó encendido y derrotó 7-5, 7-6 (3) y 6-3 a Federico Delbonis, que nada pudo hacer ante la potencia del europeo. «Hizo las cosas mejor que yo», aseguró el de Azul. Lugo fue el turno de Mayer para poner la parda.
