En diálogo con FM La Petrolera, explicó que desde hace varias semanas se vienen abriendo convocatorias por diferentes pedidos del Servicio de Protección de Derechos y del sistema de protección en general. En este contexto, las últimas solicitudes se centran en hermanitos de entre 1 y 2 años y en bebés recién nacidos que necesitan una familia que los reciba mientras se define su situación judicial.
En algunos casos, detalló Quintomán, la situación puede resolverse con la aparición de un referente positivo o de algún familiar cercano. Sin embargo, en otros no se logra encontrar ese sostén, motivo por el cual se lanzó incluso una convocatoria reciente para un bebé recién nacido que requería con urgencia una familia solidaria.
Quintomán aclaró que el programa de familias solidarias no es un sistema de adopción. La familia del corazón no puede estar inscripta en el registro de adopciones, ya que se trata de dispositivos incompatibles. El programa está pensado para que el niño o la niña permanezca integrado a un hogar por un tiempo determinado, a diferencia de la adopción, que implica una integración definitiva y a largo plazo.
En este sentido, subrayó que el requisito fundamental es la voluntad de brindar amor, cuidado y contención las 24 horas, dado que se trata de un acompañamiento intenso y cotidiano. Además, se solicitan algunos requisitos formales: recibo de sueldo o declaración jurada de ingresos, certificados de antecedentes, documentación del grupo conviviente y la aceptación de una entrevista domiciliaria por parte de una trabajadora social, sumado a una evaluación psicológica con un profesional del equipo.
Respecto de la situación actual del programa, Quintomán indicó que hasta el día anterior contaban con 13 familias activas y 16 niños integrados. Sin embargo, explicó que en la última guardia se debió activar un nuevo dispositivo, por lo que hoy ya son 14 familias solidarias y 17 niños los que se encuentran integrados en hogares de la ciudad.
Si bien destacó que, a lo largo del año, el Servicio de Protección de Derechos trabaja para evitar llegar a estas medidas excepcionales, reconoció que hacia fin de año la demanda suele incrementarse. Recordó que en la misma época de años anteriores también se registró un aumento de pedidos de integración en familias solidarias.
Por ese motivo, remarcó la importancia de contar con un registro amplio de familias, que permita dar respuesta a los distintos pedidos que surgen y garantizar que los niños y niñas tengan un lugar donde estar integrados mientras se resuelve su situación judicial.
Consultado sobre el impacto de la situación económica, admitió que sumar un integrante más al hogar siempre implica un esfuerzo, especialmente cuando se trata de grupos de hermanos. Sin embargo, destacó que la solidaridad de la comunidad de Comodoro se mantiene firme y que, hasta el momento, la crisis económica no se ha traducido en una disminución de las familias postulantes.
Reconoció que en algunos casos hay familias que se acercan, se informan y luego se arrepienten, más que nada por miedos emocionales frente al momento de la despedida. Sobre esto, Quintomán sostuvo que siempre se les transmite el mensaje de que, más allá del dolor que pueda generar la separación, deben quedarse con la certeza de haber aportado “un granito” para cambiar la historia de ese niño o niña, ofreciéndole un entorno protegido en un momento clave de su vida.
Finalmente, señaló que las personas interesadas en postularse como familias del corazón pueden comunicarse a través del correo oficial del programa, del celular del Servicio de Protección de Derechos o de la página de Facebook, donde también se publican las convocatorias. Agradeció profundamente a la comunidad de Comodoro por la respuesta constante y reiteró que estas familias son fundamentales para brindar cuidado y contención a los niños mientras se define si pueden volver con su familia de origen o si su situación judicial deriva en otra medida de protección a largo plazo.
