La Cámara en lo Penal de Comodoro confirmó la condena a prisión perpetua para Mauricio Ortellado por el homicidio de Juan Adolfo Lafeuillade, tras analizar las impugnaciones presentadas por las defensas y considerar que las instrucciones al jurado fueron adecuadas.
Aunque no se pudo establecer quién efectuó el disparo mortal, se probó que Mauricio aceptó ese resultado, se encontró un arma en su casa y que luego del hecho se quemó la vivienda de la víctima para quedarse con su auto.
En contraste, la sentencia contra su hermana, Micaela Ortellado, fue anulada y se ordenó un nuevo juicio por jurados debido a fallas en las instrucciones dadas al jurado, principalmente en relación al dolo.

Si bien se admitió que tuvo algún grado de participación o encubrimiento por saber que se sustrajo el vehículo, el proceso no fue claro para determinar su grado de responsabilidad. Por ello, se decidió que Micaela deberá enfrentar un nuevo juicio.
El caso había llegado a juicio por jurados en diciembre de 2024, donde Mauricio fue declarado coautor de un “homicidio criminis causa” y Micaela fue condenada a 10 años como partícipe secundaria.
La fiscalía estuvo representada por Verona Dagotto, y las defensas por Gustavo Oyarzun (Mauricio) y María de los Ángeles Garro (Micaela), ambos del fuero público.
Horror
El caso por el cual se condenó a los Ortellado ocurrió el martes 21 de febrero de 2023. Ese día, el empresario Juan Adolfo Laffeuillade, de 80 años, fue hallado muerto de un disparo, en su casa ubicada sobre la calle Juan B. Justo al 200 en Comodoro Rivadavia.
A través de las imágenes de las cámaras de seguridad se pudo detectar a dos personas que habían ingreasado a la casa con presuntos fines de robo. Posteriormente, una de ellas sería identificada como Mauricio Ortellado, mientras que la otra no pudo ser identificada durante la investigación.

Así, la acusación de la fiscalía que se dio por probada en el juicio por jurados, sostuvo que Mauricio Ortellado y otra persona aún sin identificar entraron esa noche a la casa del empresario tras saltar el paredón, y que ingresaron munidos de un arma de fuego tipo pistola calibre 9 mm.
Tras el ingreso de ambos delincuentes, la víctima fue golpeada en el rostro, abdomen y cráneo con un elemento contundente, con la intención de sustraer de su domicilio dinero en efectivo y otros elementos de valor.
Sin embargo, ante la resistencia que ofreció el dueño de casa, y cuando ya se encontraba prácticamente inerme en el pasillo, lo ejecutaron de un disparo en la cabeza, provocando su muerte.
Luego de haberle disparado a Laffeuillade, los ladrones tomaron el celular, la billetera y las llaves de la víctima y se dieron a la fuga en su vehículo, un Fiat Toro. Antes de irse, prendieron fuego en la vivienda para incendiarla y así ocultar lo que habían hecho.
