Sin definiciones en los estados claves, empezaron a contarse los votos de una de las elecciones más reñidas en la historia del país. Los primeros sondeos dan ventaja al presidente en Ohio y Florida mientras que el candidato republicano se impondría en Virginia.
Según publica Infobae.com, los primeros sondeos muestran que, tal como se pronosticaba, que el conteo de votos en los estados claves será lento por la importante paridad que logran Barack Obama y Mitt Romney.
La pelea por la Casa Blanca se jugará voto a voto. Por eso los voluntarios demócratas están en alerta máxima por lo que consideran intentos de suprimir la votación, mientras que los republicanos defienden las estrictas normas de identificación de votantes y los procedimientos de conteo.
El dato de color de los primeros números del escrutinio es que el presidente estadounidense estaría imponiéndose en Massachusetts, estado donde Romney gobernó entre 2003 y 2007. En Virginia, un campo de batalla que será de los primeros en dar a conocer los resultados oficiales, está imponiéndose el republicano, logrando oxigenar sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca.
Además de Florida, también cerraron las mesas en Pensilvania, New Hampshire y Missouri, todos ellos estados donde el escrutinio tendrá un especial peso en el resultado final de las elecciones. Al comienzo de la noche electoral, Romney se aseguró dos bastiones de su partido, Indiana y Kentucky.
La proyección de votos de varios medios estadounidense otorga a Obama el triunfo en Ohio y en Florida, algo inesperado en el último estado porque días atrás varios sondeos vaticinaban un triunfo republicano. Pero si Obama gana Ohio –la historia está de su lado: ningún republicano ha ganado la Casa Blanca sin ese estado- puede perder Colorado, Virginia y Florida y aún vencer a Romney por 281 a 257 votos electorales.
A las 21 pm del este, la votación termina en Colorado y Wisconsin. Los estados suman 19 votos electorales -uno más de Ohio- y algunos estrategas creen que cada candidato ganará uno. Si ambos quedan para un único aspirante, es casi seguro que ese será el próximo mandatario.
