Météorites es uno de los perfumes más buscados de la marca francesa Guerlain. Su envase de 100 mililitros cuesta cerca de 200 dólares en el exterior, si se consigue. En Argentina, es básicamente inhallable. A mediados de 2024, un abogado de 53 años con domicilio en Pilar navegaba por internet y encontró un anuncio: Météorites a tan solo USD26, más envío desde el Lejano Oriente. Su mujer se lo había pedido tantas veces. Parecía una ganga. El hombre se dijo a sí mismo: aprovechá. Entonces, compró. Lo pagó en Bitcoin, en vez de dólares.
El aviso se lo aclaraba desde el comienzo: el perfume en venta, desde ya, no era original. De todas formas, compró. Un correo en su casilla le indicó el número de rastreo del envío de la empresa de encomiendas. Comenzó a seguirlo y descubrió que el perfume trucho había llegado hasta Estados Unidos, a la central de la empresa en Memphis, Tennesse.
Algo no se veía bien. Así, llamó para reclamar. El hombre recibió un llamado, aseguraría luego. El paquete estaba extraviado; recibió un supuesto llamado de la empresa de encomiendas donde le pidieron más datos. En paralelo, un reporte de las autoridades estadounidenses enviado a sus pares argentinos indicaba que, en el paquete, había un extraño polvo en vez de fragancia falsa.
El abogado no sabía que el Department of Homeland Security del gobierno estadounidense había marcado la encomienda con una bandera roja. Un tal Kevin, supuestamente parte de la firma CCN Sport Hong Kong Limited, la había despachado desde el Dragon Industrial Centre de Hong Kong. “Fragancia en polvo. Úsese para saborizar”, aclaró el tal Kevin en el manifiesto
Finalmente, cuando el paquete llegó a su puerta, y a pesar de todos esos llamados, el abogado rechazó recibirlo. Raro, ¿no? Sin embargo, los jueces consideraron que “no obran pruebas concluyentes” para acusar al hombre de Pilar, que está lejos de ser un narco de carrera.
“En efecto, no fue encontrada conversación telefónica, testigo o algún otro elemento que permita corroborar, en forma directa, la conexión del imputado con la hipótesis formulada durante la acusación, más allá de la compra documentada en la factura acompañada por la guía aérea”, asevera el fallo del Tribunal.
El nivel de duda en el caso es importante. Sin embargo, Namer, García Berro y Fornari aplicaron la doctrina in dubio pro reo, es decir, a favor del acusado. De todas formas, el final no fue tan simple. En su decisión, los magistrados invitaron a la UIF y a ARCA que investiguen las cuentas del letrado.
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