James Rodríguez igualó tras capitalizar un error defensivo del fondo trasandino. Los de José Pekerman mostraron personalidad en Santiago.
Está claro que tanto Chile como Colombia tiene sólidos argumentos para aspirar a la clasificación para el Mundial Rusia 2018. Si bien el camino es largo, la excusa del poco tiempo de trabajo no cuenta. Los trasandinos ratificaron su juego intenso y ofensivo; los Cafeteros, su solidez, equilibrio y oportunismo.
Esta vez Colombia jugó al contraataque, diferente a lo que seguramente mostrará en la calurosa Barranquilla el próximo martes ante Argentina. Muy bien James Rodríguez con su verticalidad y velocidad. Resultó contundente el aporte de Muriel en ofensiva, ratificado luego por Bacca, su reemplazante.
Chile tuvo mucho más la pelota y la iniciativa. Tras el gol de cabeza de Vidal, no parecía sencillo para Colombia apostar al empate. Lo consiguió James Rodríguez al facturar la indefinición de la defensa chilena para rechazar una pelota.
Luego, los de Pekerman mantuvieron suficiente personalidad para resistir el 1 a 1. Chile, quizá por una cuestión física, no tuvo el mismo ímpetu del primer tiempo.
Entonces, que el Tata sepa que Colombia difícilmente dé una ventaja o cometa una concentración. Si pudo sostenerse en la casa del campeón de América es de imaginar que de local se potenciará. Y contará con otro elemento a favor: 24 horas más de descanso en relación a Argentina.
