Paradójicamente, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, un grupúsculo de energúmenos de la comunidad gitana de Comodoro la emprendió a golpes y otros tipos de agresión física y verbal contra un indefenso par de ‘laburantes’ del diario Patagónico que cumplían su tarea.
Más de 20 exaltados integrantes de una familia de gitanos que presuntamente habían sufrido un asalto, golpearon al reportero gráfico y al periodista que llegaron para cumplir con su labor. Los golpearon en plena vía pública y luego destruyeron a patadas y golpes el vehículo en el cual se trasladaban.
El cobarde ataque se registró alrededor de las 19:30 de ayer en las inmediaciones de las avenidas Canadá y Polonia, en el barrio Pueyrredón, ante la presencia de muchos automovilistas que estaban detenidos en el semáforo. El periodista no alcanzó a preguntar qué había sucedido cuando los agresores los corrieron con insultos y empujones.
Los violentos se enfurecieron aún más al visualizar la cámara fotográfica, aunque el reportero todavía no había alcanzado a registrar ninguna imagen. A medida que los insultos se multiplicaban comenzaron las agresiones con golpes de puños y patadas. Algunos de los atacantes también sacaron a relucir sus cintos.
Los trabajadores de prensa en ningún momento insistieron con preguntas sobre lo sucedido y se dispusieron a abandonar el lugar cuando comenzaron a ser agredidos por la horda de primitivos.
Entre los más exaltados también había mujeres que insultaban a los periodistas, mientras muy pocas eran las que separaban para tratar de calmar a los cobardes que adquirían valor por el solo hecho de ser más en cantidad.
Ya cuando los trabajadores se retiraban se desató la mayor agresión, cuando el periodista fue atacado por varios de los revoltosos que tiraban patadas y golpes contra su rostro.
El ataque llegó hasta el bulevar que divide la avenida Canadá, donde los periodistas pudieron subirse a la utilitaria Renault Kangoo que estaba estacionada a los pocos metros.
Atascados con otros automóviles durante el semáforo que estaba con la luz roja, los vándalos comenzaron a destruir a golpes el vehículo, dañando el vidrio trasero derecho y la carrocería que sufrió importantes daños.
Frente al ataque a la libertad de prensa que justamente se conmemoraba ayer a nivel mundial, desde el medio perjudicado repudiaron la actitud diciendo que sus trabajadores cumplían con sus funciones profesionales: informar a la sociedad en la que está inmerso lo que ocurre en ella. Fueron a cubrir una posible noticia. Volvieron con otra. La que no nos gusta dar, que es cuando nos vemos obligados a hablar de nosotros mismos.
Al parecer no hubo robo en la concesionaria, pero ello no pudo ser dilucidado en el lugar porque los violentos ni siquiera se permitieron escuchar alguna pregunta. Para ellos fue más simple apelar a la brutalidad, consigna la opinión desde las páginas del matutino en su edición de hoy
La agresión fue denunciada en la Seccional Tercera de policía, y la justicia se tendrá que encargar de aplicar los castigos que corresponda para que hechos como éste no se vuelvan a repetir, adujeron finalmente desde el medio gráfico.
Fuente: diario Patagónico
