El ministro de Hidrocarburos, Federico Ponce, confirmó que la provincia tiene atribuciones legales para validar o frenar la cesión. “La provincia puede admitir o denegar la transferencia si no se cumplen las condiciones”, señaló. Esa potestad deriva del marco que rige las concesiones y que reconoce al territorio como titular del recurso.
Ponce aclaró que la intervención provincial no alcanza la negociación comercial entre empresas, pero sí el control sobre quién quedará a cargo de la operación. La revisión incluirá la capacidad técnica, el compromiso de inversión y la conveniencia general para Chubut.
“No ponderamos cuánto se le paga a YPF. Lo que ponderamos es cuánto se va a invertir en la provincia”, afirmó el ministro, quien volvió a ubicar la actividad, el empleo y la continuidad operativa como prioridades absolutas.
El antecedente inmediato es el traspaso del clúster El Trébol–Escalante a PECOM en 2024. En ese caso, la provincia dio luz verde tras verificar que se cumplían los requisitos de inversión y capacidad operativa. La misma lógica se aplicará ahora.
Ponce recordó que Chubut participa del proceso a través del director provincial dentro del directorio de YPF. Si bien el Plan Andes II proyectaba concretar la transferencia el 1 de enero, los plazos ya se extendieron y no representan un obstáculo, siempre que el nuevo operador presente un plan sólido.
“Si aseguramos una transición ordenada y la empresa llega con un plan superador, está todo para hacer este traspaso”, remarcó. También precisó que la autorización depende exclusivamente del Poder Ejecutivo, sin necesidad de una norma legislativa adicional.
El ministro puso en perspectiva el rol de YPF en la provincia. “YPF no se está yendo hoy. Se está yendo desde hace 10 años”, sostuvo. Recordó que la petrolera invertía cerca de 1.200 millones de dólares anuales en Chubut y que este año desembolsará menos de 200 millones. Para el Gobierno provincial, la salida del upstream convencional es solo la etapa final de un proceso prolongado.
En ese marco, Ponce defendió la llegada de un nuevo operador si garantiza inversión y movimiento económico. “No tenemos que tenerle miedo a lo nuevo; tenemos que tenerle miedo a las empresas que no quieren invertir”, afirmó.
