En un partido con final caliente, venció 1-0 y está entre los cuatro mejores de la Copa América. La Roja fue el que siempre propuso más, pero le ventaja se dio luego de una provocación de Jara a Cavani, que terminó con la expulsión del charrúa (Fucile también terminó echado).
Chile es semifinalista. Lo buscó, lo mereció y es un hecho. La Roja venció 1-0 a Uruguay y se clasificó a la semi. Desde lo futbolístico, indiscutible por la propuesta. Pero el triunfo quedó empañado por la acción repudiable y provocadora de Jara, quien lo buscó a Cavani (estaba amonestado), le metió un dedo en la cola, el punta reaccionó y se fue expulsado (también el árbitro Ricci echó a Fucile).
La Roja arrancó impreciso, errático. Pero Valdivia le ponía algo de claridad y tomaba la conducción. Con lo minutos el local fue sumando gente en campo rival y obligó a los uruguayos a defenderse y replegarse atrás. La Celeste no mostraba grietas, plantó un cerrojo en el fondo y de a poco logró que el fuego chileno se fuera apagando y la eficacia defensiva era superior a la faceta ofensiva que mostraban los de Sampaoli.
La segunda parte no cambió los roles: Chile seguía buscando con los centrales en la mitad de la cancha y jugando decididamente en el campo uruguayo. La clave, el momento cúlmine, se dio cuando Cavani se fue expulsado. Los yoruguas se quedaron con diez y todo se simplificó para los trasandinos. La “picardía” favoreció a los de Sampaoli e Isla, con un remate de media distancia, anotó el gol de la clasificación a semi.
Chile eliminó al último campeón y sigue soñando con esa ilusión copera.
